Juan Antonio Ramírez Sunyer, juez de instrucción núm. 13 de Barcelona, José Manuel Maza, Fiscal General del Estado y José María Romero de Tejada, fiscal jefe de Catalunya. Tienen en común rondar los 72 años, edad máxima para ejercer en el cuerpo judicial, haber instruido o acusado en diferentes causas contra los independentistas y haber fallecido de manera más o menos repentina. A pocas horas de conocerse la muerte del juez del 13 después de una larga enfermedad, han surgido las primeras conspiranoias unionistas. El pistoletazo de salida lo dispara el periodista ultra Alfonso Rojo hablando de Las oscuras muertes de combatientes del golpe independentista. Y todo el unionismo ultra lo sigue como las moscas a la miel:
Las oscuras muertes de juristas implicados en combatir el golpe independentista https://t.co/PqKJsJ0grv
— Alfonso Rojo López (@AlfonsoRojoPD) 4 de noviembre de 2018
¿Casualidad o mano negra?
— Helen (@Helen641326051) 4 de noviembre de 2018
Aquí pasa algo, no puede ser, demasiada casualidad.,..3 muertes ya? ...Y precisamente de los que más caña estaban dando a los golpistas ......
— Jesus de Tabarnia (@Jesus1973x) 4 de noviembre de 2018
D.E.P. Esto ya parece vudú independentista
— Carmen Arpon Domínguez (@carmenarpon) 4 de noviembre de 2018
Quizá es lo que mas les gusta a los independentistas, yo investigaria, por si tienen algo que ver en esto.
— JOSE LOPEZ ALVAREZ (@jla1946) 5 de noviembre de 2018
Demasiadas muertes casuales
— AkerSym (@AkerSym) 4 de noviembre de 2018
El digital de Alfonso Rojo escribe sobre la tercera muerte de un jurista anti-procés: "Estos fatales desenlaces van ligados en cierta manera con un irrefutable hecho, que se deriva de las presionas a que fueron sometidos en el desempeño de sus loables funciones" y recuerda cómo otros juristas atribuyeron las muertes a este "tiempo de tensión que ha vivido la comunidad autónoma de Cataluña" o a "ese estrés y tensión que tuvo en los últimos tiempos te pasa factura". La teoría de conspiración paranoide ve una mano negra, vudú indepe y llega al paroxismo de pedir que se abra una investigación judicial por estas tres muertes. Y que testifique Alfonso Rojo.