Rafa Nadal lo deja. Una decisión que le ha costado mucho tomar al mejor tenista de España y uno de los mejores del mundo. Ha aprovechado para hacerlo al día siguiente que lo anunciara Andrés Iniesta, el mejor deportista español de todos los tiempos, por encima de Nadal, como Xavi o Pau Gasol. Puede ser que Nadal haya querido eclipsar el adiós del mito del Barça, este culé albaceteño, criado en Catalunya, en la Masia, enamorado de una catalana y con hijos catalanes. Rafa Nadal cultiva a conciencia esta imagen de cayetano, pijo, afín al PP y a la monarquía, amigo personal del emérito y machista, que asocia su imagen a los sátrapas de los petrodólares o reniega del feminismo y de la igualdad salarial entre géneros. No tiene el mejor asesor de imagen, o tiene uno muy sesgado. En cualquier caso cuelga la raqueta un grande del tenis.
En el aspecto personal no ha causado nunca ningún escándalo rosa, enamorado de su novia de siempre, una discreta mallorquina, ya casados y con una criatura, un niño que para más conservadurismo se llama Rafa Nadal. Será mejor que el crío no se dedique al tenis o su nombre le pesará como una losa. Nadal parece a gusto con su losa, la de icono de la españolidad. Telecinco explicaba cómo ganaba su 13.º Roland Garros con un grandilocuente "El mejor deportista español de la Historia". Depende. El mejor tenista, sí. Hay otra manía españolista con Nadal: el nombre de su mujer. La primera vez que fue portada de una revista titularon "Se llama Xisca y es mallorquina". Y desde entonces es Xisca Perelló en todas las portadas:
Ha habido siempre cierta polémica porque la revista de cabecera de Nadal, la elitista Hola, la acostumbra a llamar Mery. Un nombre ni catalán ni castellano, extraño. Bertín Osborne hizo en Telecinco una entrevista coja al tenista ahora medio cojo: era en su casa y no salía la mujer del tenista. Pero le pregunta: "Cusha, fenómeno, estooo... ¿Cómo la llamáis a ella: María, Mary...? Rafa Nadal acaba el debate: "Yo la llamo Mery. Su madre la llama María Francisca. Yo solo la llamó María Francisca cuando hay un poquito de tensión. Pero como no tenemos tensión nunca...". Son la pareja perfecta, ricos, famosos, no muy fotogénicos pero muy ricos y muy famosos. Y no discuten. Quien acaba resolviendo el enigma del nombre de la pareja del extenista es el diario más importante de Baleares.
Según el Diario de Mallorca: "Se llama Maria Francisca. En su entorno familiar y personal la llaman Mery. Sin embargo, cuando trascendió su relación sentimental fue presentada ante la opinión pública como Xisca, diminutivo muy habitual en Mallorca. A la joven no le sentó nada bien e hizo saber a sus allegados, para que se lo comunicaran a los periodistas que su nombre es Mery. Consiguió consolidar a Mery y desterrar a Xisca". Según el Estatuto de las Islas Baleares, la lengua propia es el catalán (artículo 4). Pero el diminutivo cada uno lo escoge como quiere. A la mujer del tenista no le gusta llevar el diminutivo catalán de Francisca, Xisca, ni de Francesca, Xesca. Ni siquiera María o Maria sin acento. Se llama Mery. El hijo no se llama Rafel, sino Rafael. Y el marido es Rafa. Ahora tiene que decidir si quiere presidir el Real Madrid o el PP.