"Sois penosas las dos". Un tal Barranco grita a dos tronistas de Mujeres y hombres y viceversa, Oriana y Violeta. Un submundo televisivo que cada mediodía emite Paolo Vasile en su hundida cadena: Cuatro. En Catalunya la audiencia languidece (un triste 3,9%). Son 24 mil espectadores catalanes ni-nis, que ni estudian ni trabajan ni piensan. Miran un programa donde adultos se comportan como adolescentes hormonados. Al frente una fuera de lugar Toñí Moreno, que acaba de confesar "Mi mundo se desmorona". El programa, la cadena y la TV se desmoronan con ella. El lunes una participante, Violeta, sdiscutía a gritos con el tal Barranco e iba sin ropa interior y tan escotada que se le ha escapado medio pecho:
El programa explica así la escena: "Oriana y Barranco se han visto cara a cara para aclarar si lo que dijo el extronista en plató – que se había "liado" con ella– es cierto o no. En un primero momento, Oriana ha dicho que le pidió a Barranco que "insinuara que había pasado algo para darle celos a su novio". No tiene ningún sentido nada, pero en plató suben los gritos: "Que te calles ya. Tengo dos empresas y tú no has trabajado en tu vida. ¿tienes algo en esta vida a parte de esa cara?. No te quiero ni escuchar". Friki, payasa le dice él. Macarra le dice ella. Y el seno izquierdo de Violeta sale del escote a pasear. Medio pezón que es el canto del cisne del programa, la cadena y la TV en abierto.