La nueva TVE ha intentado hacer más por la convivencia que en la oscura etapa del PP. Un talent show de los muchos que se emiten se despidió el sábado: Prodigios. Lo presenta Boris Izaguirre y en el jurado está Nacho Duato. El bailarín valenciano contribuyó a hacer ganar a otro bailarín, Saïd Ramos, gracias al maravilloso alegato que Duato hizo sobre su propia niñez, cuando tenía 12 años y quería aprender a bailar. Son dos minutos que ponen la piel de gallina:
Duato: "No suelo hablar de mi vida, pero cuando te veo bailar pienso. Empecé a bailar a los 13 años y en casa no me dejaban. Me tuve que ir un estudio de ballet pero yo era el único niño. Todo eran niñas. Cuando salía tenía que esconder las mallas y las zapatillas porque los niños de mi cole me llamaban marica". Tenía a toda la audiencia con el corazón en un puño, commocinada y emocionada: "Mi padre me decía 'Nacho, habla como un hombre'. Yo pensaba 'Pero si tengo doce años, no puedo hablar como un hombre'.
Duato acaba:: "Mi padre en toda mi carrera me ha venido a ver bailar 4 veces. El otro día vi cómo te apoyaba tu padre y recordé qué decía el mío, que no iba a verme porque estaba muy ocupado. Ahora pienso qué cosa más grande me he perdido". Todo un alegato anti homófobo (y anti Vox) a pocas horas de introducir las papeletas en las urnas.