Ya cuando entró hace muchos años en Guadalix de la Sierra, en la casa de Gran Hermano, se veía que Nagore Robles era una mujer de ideas claras y que por mucho que la vida le girara la espalda, ella no es de las que tira fácilmente la toalla. Corría el año 2009, y ella fue una de las participantes de la undécima edición del reallity por excelencia de Telecinco. Cayó tan mal a la audiencia que fue la primera expulsada con un porcentaje histórico, el 95% de los votos. Pero eso no hizo que sus ganas de hacerse camino en el mundo de la televisión se vieran afectadas. ¿Por qué? Porque después de aquello renació de sus cenizas, como el ave Fénix, y se hizo indispensable como colaboradora/opinadora de la mayoría de realities de la casa, y después, de diferentes programas.
La lista de programas donde dejó constancia de su fuerte carácter y su fuerte personalidad es larga. Robles acostumbra a no morderse la lengua y decir lo que le sale del moño, cosa que ha hecho a lo largo de muchos años de aparecer delante de cámaras en El programa de Ana Rosa, El debate de Gran Hermano, Sálvame, Supervivientes, Mujeres y hombres y viceversa, Hable con ellas, El debate de las tentaciones, Ya es mediodía, Secret Story o Pesadilla en el paraíso. Su buen papel en los platós lo ha llevado incluso a ser ella el palo de pajar de otros programas, a ser la presentadora de proyectos como Mujeres y hombres y viceversa, Baila conmigo, Quiero ser famoso o Pesadilla en el paraíso.
La cámara la quiere y ha demostrado sobradamente durante estos últimos años que tiene madera para estar en un plató. Pero ahora que se ha acabado la segunda edición de Pesadilla en el paraíso, con más pena que gloria, también hay que decirlo, con respecto a repercusión en la audiencia, Robles está a punto de afrontar uno de los retos mayores de su vida laboral, y al mismo tiempo, uno de los que más ilusionada la tiene, como hacía tiempo que no tenía una sensación similar. Y por primera vez, desde hace tiempo, el nuevo proyecto laboral donde está metida no tiene nada que ver con cámaras ni con la pequeña pantalla. Y es que la vasca acaba de hacer partícipes a sus seguidores en redes de una importante novedad que ha dejado a todo el mundo con el pie cambiado: se está formando para hacer de profesora de yoga, una disciplina que lleva tiempo practicando como alumna y que se ha convertido en una de sus grandes pasiones.
“Me gustaría compartir con vosotros uno de mis proyectos más profesionales. Me hace muchísima ilusión empezar este camino. Espero encontrarme con muchos de vosotros en él”, les dice Nagore Robles a su casi millón y medio de seguidores en redes. Explica que el curso consta de 200 horas que le harán posible obtener el título de monitora para poder dar clases de yoga tanto dentro como fuera de España. El yoga y correr son dos actividades a las cuales Nagore dedica mucho de su tiempo libre hasta ahora, y desde el momento que lo dejó estar con la presentadora catalana Sandra Barneda. Pero espera que dentro de poco tiempo, pase de ser una afición a una profesión a tiempo parcial. Seguro que lo hará de maravilla, como sus intervenciones en los diferentes programas de tele que cuentan con ella porque saben que es un valor seguro.