Nandu Jubany es uno de los chefs más importantes de la gastronomía catalana. Paso a paso, el de Monistrol de Calders ha ido construyendo un pequeño imperio culinario, siempre a partir del primigenio Cal Jubany, en Calldetenes. Después vinieron Barcelona, Andorra, Formentera... Su propuesta, siempre basada en el producto, la tradición, la modernidad y la pulcritud extrema, se ha hecho conocida internacionalmente. En el terreno personal también engancha: vitalista, próximo y siempre interesante, fue uno de los invitados de Gemma Nierga en 'Els meus pares' de TV3. Allí explicó la conmovedora historia de su padre Eudald, que no pudo ver a su hijo llegar a las cotas más altas de la gastronomía. Eso sí, siempre está presente e, incluso, podríamos llegar a decir que es su ángel de la guardia.

Un ángel que le ha salvado de una auténtica tragedia. Nandu acaba de compartir una vivencia escalofriante: ha ingresado de urgencia en el hospital, después de sufrir un accidente mientras manipulaba cuchillos en la cocina. Durante uno de sus habituales showcookings, enseñando a abrir correctamente una ostra, ha tenido lugar el susto. La herramienta es importante, pero sobre todo la maña. Él tiene mucha. En esta u otras circunstancias, como abriendo en canal un atún. Sin embargo, a veces el mejor escribano echa un borrón. Y el que tiene un cuchillo muy afilado en las manos, se puede cortar los dedos. Incluso seccionarlos. "Me corté el nervio, siempre tenemos que estar atentos. Después de muchos años cortándome casi todo lo que te puedes cortar, un despiste y te cortas lo que no toca", ha explicado.

El chef relata: "Ya os lo digo muy claro, no utilicéis un cuchillo que no toca... y mirad: La teoría es muy buena, pero a veces la práctica es otra... suerte tengo de mi gran amigo @drxaviermir que siempre me cuida tanto y me arregla, muchísimas gracias a todos, todos los que siempre me ayudáis y me apoyáis!! Un abrazo familia". El mensaje es positivo, la imagen da cosita. La mano izquierda, totalmente vendada, deja entrever un pulgar que no está del todo. Parece cortado a raíz de césped, para entendernos. Podría tratarse de un efecto óptico, pero también que Jubany tenga la moral por las nubes y la capacidad de sonreír en las circunstancias más adversas. Pero que lo hayan ingresado y que dé las gracias al doctor por haberle arreglado la herida, hace pensar que no ha sido ninguna broma. Qué dolor.

Nandu Jubany en el hospital / Instagram

La ostra rebelde ha estropeado de lo lindo los dedos del cocinero, que tendrá que pasar un tiempecito descansando antes de volver a ponerse en los fogones. Bueno, eso siempre que el empuje y las ganas del Nandu no hagan que aprenda a cocinar con una sola mano. Eso sí, durante una buena temporada, necesitará auxiliares para trocear los ingredientes de sus platos. Le deseamos una recuperación rápida y satisfactoria.

Nandu Jubany con el doctor / Instagram