Ir a comer a un restaurante es, sin duda, uno de los placeres de la vida. Poder disfrutar de un buen plato hecho de la mano de alguno de los mejores cocineros del país es una cosa única, casi inigualable, tan solo apta para los más afortunados que tienen la suerte de valorarlo. Por eso el término de orgasmo gastronómico, porque se puede equiparar, incluso, a algunos de los placeres que van más allá de los sentidos. Eso sí, ninguna comida es tan buena como la que se prepara con amor y mucha pasión por la cocina y el primer nombre que nos viene en la cabeza cuando pensamos en estas características lo tenemos claro: Nandu Jubany. El cocinero es uno de los más queridos del panorama. Su sonrisa se ha vuelto uno de sus rasgos característicos y entre la comida y las carcajadas no hay ninguna publicación en que no le veamos los dientes.
El catalán encabeza algunos de los mejores restaurantes de Catalunya y, más allá de los fogones, algunos amantes del motor lo han conocido por su segunda pasión: el Dakar, en el que sorprendió a todo el mundo cocinando una paella en los días de descanso. Realmente, no nos cansaríamos nunca de ver la carcajada de nuestro cocinero favorito y más, si la hace cerca de su mejor compañera: Anna Orte, su mujer. Los dos forman una de las relaciones con más amor y más glamur de todo el panorama catalán y, juntos, son los padres de Eduald, Gil y Lluc, preciosos. Siempre que vemos alguna actividad de la familia nos deshacemos, como cuando fueron de excursión a París. Realmente, son la viva imagen de una familia feliz y parece que esté bien cualquier cosa que protagonicen.
Este fin de semana, la pareja se ha dejado ver por Vic, donde se ha celebrado el Trufforum y donde Anna Orte, jefe de sala del restaurante Can Jubany, en Calldetenes (Barcelona), ha recibido la Tòfona d'Or. Su discurso ha sido fantástico: "Hace treinta años que abrimos nuestro querido proyecto, que es un sueño compartido que nos ha llevado muchas alegrías y tengo que confesar que nunca antes había recibido un premio". Cuesta de creer, pero es verdad. La mujer continúa: "Siempre he preferido pasar desapercibida. Estar detrás sin hacer mucho ruido, pero estoy muy orgullosa del trabajo que he hecho...". A Anna le tiemblan las manos mientras aguanta el papel que lee, pero se merece el premio y lo puede gritar a los cuatro vientos. Si su discurso es fantástico, el del cocinero está a la altura y preparad pañuelos porque es una auténtica carta de amor.
"Lo mejor que me ha pasado en la vida és encontrar a la mejor compañera que podría encontrar, el ingrediente más importante de la receta de vida de Nandu, és mi Morena", simplemente fantástico. El cocinero ha publicado el vídeo de su discurso y ha añadido un texto maravilloso. Levantar un premio llena, pero ver al amor de tu vida haciéndolo todavía más. La pareja es fantástica y cada día que pasa, entre recetas, platos y mensajes de amor, nos tienen más enamorados. Nandu y Anna, Anna y Nandu, la combinación perfecta para cualquier receta.