Hace casi 48 horas que los argentinos viven en una especie de nube. Hace casi 48 horas que no hay en todo el planeta personas más exultantes que los seguidores de la albiceleste. Hace casi 48 horas que Leo Messi levantaba la tan preciada Copa del Mundo, la guinda del pastel que le faltaba al currículum del mejor jugador de la historia del fútbol, la tercera estrella en la remera de la selección argentina, el título que no ganaban desde que Diego Armando Maradona lo levantó hace 36 años en México.

Euforia de la selección argentina después de ganar la Copa del Mundo / @afaseleccion
Euforia de la selección argentina después de ganar la Copa del Mundo / @afaseleccion
Euforia de la selección argentina después de ganar la Copa del Mundo / @afaseleccion

Desde el momento en que Montiel marcó el penalti que los acreditaba como campeones, la euforia se desató. La de Messi, la de sus compañeros de vestuario, la de los aficionados y la de todo un país. El domingo, todavía en Qatar, los jugadores de la albiceleste durmieron poco, empezando una celebración que este martes tendrá su punto culminante. Después del título, tocaba hacer las maletas y volver a un Buenos Aires que espera como agua de mayo para recibirlos con los brazos abiertos. La expedición argentina llegó la pasada noche, y ya empezaron a notar el calor de la afición, subidos encima de unos autocares que casi provocan un susto. Fue de un pelo que este cable eléctrico no provocara una desgracia a Messi y compañía, sentados en la parte de detrás, y teniendo que esquivarlo en el último instante.

Pero no hay cable que pueda frenar la euforia argentina. Este martes, plato fuerte de las celebraciones, con el equipo ofreciendo el título a los millones de argentinos que todavía están de fiesta y que han llenado las calles de la capital para ver a sus ídolos. A las cuatro de la tarde hora nuestra ha empezado el desfile por las calles de Buenos Aires, que vivirá su punto álgido en la mítica Plaza del Obelisco... a pesar de que debido a la cantidad de gente que hay en las calles, se espera que tarden todavía seis o siete horas en llegar. Las imágenes áreas del emblemático monumento, donde no cabe ni un alma, son impactantes y espectaculares.

La plaza del Obelisco de Buenos Aires

Ríete tú de la celebración por el triplete del 2009 con el Barça, con Messi desatado, y con alguna (muchas) copas de más, y una barretina en la cabeza. Pueden ser épicos los discursos suyos, de De Paul (que no se separa de las copas, no la del Mundial, sino de las otras)... o de Nico Otamendi...

Nico Otamendi, con Leo Messi y Ángel di María / @afaseleccion

Uno de los centrales de la selección, jugador destacado y uno de los veteranos, está igual de exultante que sus compañeros, disfrutando del multitudinario desfile por las calles de Buenos Aires. Pero una imagen del jugador del Benfica está corriendo como la pólvora en las redes. Una imagen donde parece que se está encendiendo algún cigarrillo (quién sabe si de la risa). Una imagen que ha desatado a la hinchada argentina:

Seguro que al verlo, alguien versionará el Muchaaaachos, ahora nos volvimos a ilusionar cambiando este último verbo por otro que tenga más que ver con la imagen.