La gran revista de la prensa del corazón en Francia, Paris Match, ha dedicado su edición semanal al matrimonio entre Nicolas Sarkozy y Carla Bruni, una de las más mediáticas. Lleva a la pareja en portada: Son estrellas de altura, un exjefe de la República francesa y una triunfadora en la música y la moda como Carla Bruni, personajes de la novela romántica y presidencial del Elíseo. Pero si la portada está volando por la red es debido a un motivo que escandaliza a muchos lectores e internautas: La repentina crecida de Sarkozy, mucho más alto que su esposa cuando la realidad es bien diferente: Él, 1'66. Ella, 1'75. En Twitter el cachondeo está servido: "¿Hasta qué edad se crece en Francia?"
El estirón de Sarkozy a sus 64 años, dejando a Bruni como una enanita de cuentro, ¿un milagro de la ciencia o un artificio para nivelar la empíricamente demostrable diferencia de altura? Son conocidos los complejos del político con su corta estatura y la utilización habitual de tacones que lo elevan suben. Pero lo que muestra la prensa es bien diferente, con una Bruni (que a menudo también lleva talones) que apoya su cabeza en el hombro de su hombre. Entre los dos parece haber unos 10 centímetros de diferencia, a favor de Sarko. N'est pas possible! Las críticas han crecido proporcionalmente en las redes por las trampas evidentes de la revista. Por si acaso, la publicación ha asegurado que no ha habido retoque... fotográfico.
¿Cuál será el secreto de Sarkozy? ¿Alzas de 40 centímetros? ¿Una caja de cerveza vacía? ¿Será Carla Bruni que está disminuyendo alarmantemente? ¿O quizás que toma algún suplemento vitamínico fabuloso que le podría haber suministrado el mejor amigo de Valls en una fiesta en Marbella? Misterios de "gran" estadista.