Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha devuelto el estado a 200 años atrás. Una nación provinciana. No es un término coloquial, sino una cuestión administrativa. Esta es su fórmula mágica para la desescalada o desconfinamiento por la pandemia del coronavirus que no entendía de territorios ni fronteras, pero que se sabe de memoria las 50 provincias y no osa salir de ellas para seguir esparciéndose entre la población. Paradojas de la vida y de Moncloa, vaya. Quizás también se sabe la lista de los reyes Godos, los ríos y afluentes de la península, etcétera.

Pedro Sánchez Moncloa

Sánchez aseguraba durante su comparecencia que el gobierno no tiene un GPS para enfrentarse a la "nueva normalidad". No hace falta que lo jure. Parece más adecuado hablar de cartografías, sextantes y migas de pan en el camino, viendo el desbarajuste que supone su plan. El caso es que le llueven palos por todas partes. Y uno de las más elocuentes, el de un reportero de guerra de TV3, que sabe de penurias y de mapas. De hecho, es extremeño de nacimiento y catalán de cuajo. Nicolás Valle alucina con el absurdo, saca el Google Maps y demuestra la tontería con un sencillo recorrido por Girona (o Gerona, según la España centralizadora): "Se podrá ir de Blanes a Puigcerdà: 180 km. Pero no se podrá ir de Blanes a Malgrat: 3 km". Quitándo que el recorrido no es exactamente este (y de los destrozos del temporal Glòria), la comparación es tan clara como triste. No es el único caso, claro está: que pregunten a los habitantes de Bellver de Cerdanya para ir, 14 kilómetros más allá, a la propia Puigcerdà. O los vecinos de la Aldea para pisar Vinaròs. O de Cubelles en Cunit. O... en fin. Ni vale la pena continuar.

Nicolás Valle TV3

Esta es sólo uno de los muchos sin sentidos de la hoja de ruta de Moncloa. Veremos cuándo tardan en rectificar. Con el tema de los menores y los súpers, fueron horas. Se aceptan apuestas.