Nicole Kidman fue la gran estrella de los Oscar 2023, fuera de Harrison Ford que está de promoción de Indiana Jones 5 y fue invitado a entregar el premio en la mejor película por su amigo chino Ke Huy Quan, compañero de Indiana Jones 2. Nicole Kidman ha entendido, a diferencia del ausente Tom Cruise, que la fiesta de los Oscar es un regalo para los fans del cine, que si van las estrellas mejor del séptimo arte. Pero hacen falta mucho valor para soportar las 5 horas de tabarra de Gala más la espera, colas, limusinas, atascos y alfombra roja. Por eso la Kidman parece que se adelantó en la fiesta post Oscar, donde corre el champán, y antes de la Gala tomó algunas consumiciones. En las fotos parece desinhibida pero en los vídeos queda claro que va torcida, haciendo eses, y las redes sociales no arriesgan: va borracha.
Mirada perdida, sonrisa fácil, tocándose el pelo, ojos vidriosos, paso entorpecido, movimientos sinuosos, ebria de éxito y de alguna cosa más. Nicole es maravillosa, natural, buena actriz, bien operada y ahora también borracha. Una diva de las de antes. Contra la moda de Instagramers perfectos, la imperfecta perfección de la gran Nicole. La Kidman. La revista Semana confirma los rumores: ""Se dice que estaba excesivamente animada y que agitaba sus manos mientras hablaba o se tocaba el cabello de una forma llamativa, pero ¿qué hay de cierto? Numerosos comentarios en la red social del pajarito hablan de ello, de hecho, solo tuiteando su nombre se aprecia el sentir general. "Nicole Kidman borracha?", "Creo que está demasiado bebida" o "Ha bebido más de la cuenta" son solo un ejemplo del continuo goteo de mensajes que se pueden leer en la red. Se le pudo ver junto a su pareja tremendamente acaramelada, con quien mostró su lado más natural y con quien intercambió un apasionado beso que dejó boquiabierto a todo el mundo, pasión, según algunos desmedida". El amor es estar borracho. De pasión.
Bien operada por su cirujano plástico
Nicole Kidman ha hecho como su exmarido, Tom Cruise: luchar contra el paso del tiempo. En el caso de Cruise se explica porque su trabajo como actor no le exige matices. Empalma películas de action hero, héroe de acción, donde salta, dispara, desactiva bombas y reparte puñetazos. Ha hecho tantas secuelas de Misión imposible que esconde en número y les pone títulos de cosas. En cambio, Nicole es un trozo de actriz, con matices, sensible, escogiendo siempre papeles difíciles. Hace un año volvió a competir por el Oscar con Being the Ricardos contra Penélope Cruz. A Nicole Kidman ya lo tiene para|por Las horas dónde hacía de Virginia Woolf. Allí le pusieron una prótesis nasal. Ahora va operada de serie. Por el camino de los 60 años, a los 55 se ha dejado la cara sin ninguna arruga pero de una manera aseada, sin aquellas caras infladas operadas de Letizia, Rania de Jordania o Demi Moore de pómulos exagerados y piel tirada. ¿La mejor de la gala? Nicole que antes era de una manera y ahora es espectacular. Y ebria.