Nicole Kidman es la última gran estrella de Hollywood que conserva la aureola de mega-estrella, el glamur, la belleza, la elegancia, la sofisticación que seduce a cada película, a cada entrevista y a cada alfombra roja, y está en activo. Otras de similar rol están desaparecidas, como Julia Roberts. La Kidman a los 56 años no solo está en activo, hace pelis, series de TV y va a todos los premios sino que luce estupenda con su segundo marido, el cantante Keith Urban. Con el primer marido, Tom Cruise, adoptaron dos criaturas, Isabella y Connor, que ahora tienen 31 y 29 años. Son totales desconocidos, a diferencia de la tercera hija de Tom Cruise Suri Cruise, la que tuvo con la también actriz Katie Holmes. Suri es la única hija biológica de Tom. La Kidman se divorció del extraño seguidor de la secta de la Cienciología y encontró el amor para siempre con Keith Urban con quien desfila por los premios de cine. Y por primera vez lo ha hecho con las dos hijas del matrimonio, las guapísimas Sunday y Faith de 15 y 13 años. Son espectacularmente elegantes y altas como la madre. En la foto al lado de Keith Urban (la de rojo al lado de Nicole es su sobrina):
Keith Urban, marido de Nicole Kidman, ha hablado de sus hijas que apoyaron a la actriz al recibir el prestigioso AFI Life Achievement Award, otorgado por el American Film Institute, en el Dolby Theatre de Los Angeles. Sunday y Faith, de 15 y 13 años respectivamente, hicieron su debut sobre la alfombra roja con sus padres y Antonia Kidman, hermana de Nicole, que fue con su marido y sus hijos. 'Fue genial poder sacar a las chicas y toda la familia'. Han crecido porque así eran de pequeñas. Ahora miden casi 1,80 metros como la madre:
Nicole Kidman siempre es la gran estrella de los Oscar, una vez jubilado Jack Nicholson, apartada Julia Roberts o ausentes siempre Brad Pitt o su ex Tom Cruise. A veces sale alguien de promoción como Harrison Ford por Indiana Jones 5 y fue invitado a entregar los Oscars'23 el premio en la mejor película para su amigo chino Ke Huy Quan, compañero de Indiana Jones 2. Nicole Kidman sabe que la fiesta de los Oscar es un regalo para los fans del cine. Pero hacen falta valor para soportar las 5 horas de tabarra de Gala más la espera, colas, limusinas, atascos y alfombra roja. Por eso la Kidman parece que se avanzó a la fiesta donde corre el champán, y antes de la Gala tomó algunas consumiciones. En las fotos parece desinhibida pero en los vídeos queda claro que va torcida, haciendo eses, y las redes sociales no arriesgan: va borracha.
Mirada perdida, sonrisa fácil, tocándose el pelo, ojos vidriosos, paso entorpecido, movimientos sinuosos, ebria de éxito y de alguna cosa más. Nicole es maravillosa, natural, buena actriz, bien operada y ahora también borracha. Una diva de las de antes. Contra la moda de Instagramers perfectos, la imperfecta perfección de la gran Nicole. La Kidman. La revista Semana confirmaba los rumores: "Se dice que estaba excesivamente animada y que agitaba sus manos mientras hablaba o se tocaba el cabello de una forma llamativa, pero ¿qué hay de cierto? Numerosos comentarios en la red social del pajarito hablan de ello, de hecho, solo tuiteando su número se aprecia el oír general."Nicole Kidman borracha?", "Creo que está demasiado bebida" o "Ha bebido más de la cuenta" son solo un ejemplo del continuo goteo de mensajes que se pueden leer en la red. Se le pudo ver junto a su pareja tremendamente acaramelada, con quien mostró su lado más natural y con quien intercambió un apasionado beso que dejó boquiabierto a todo el mundo, pasión, según algunos desmedida". El amor es estar borracho. De pasión.
Nicole, Keith y las niñas, una familia de glamour.