Ha sido uno de los rostros, voces y personalidades más potentes y conocidas de las últimas décadas en televisión, pero cada vez cuesta más verla en antena. Una de las últimas apariciones de Nina, cantante de éxito y una de las directoras de la Academia de 'Operación Triunfo' más famosas, fue el pasado mes de diciembre de 2020 en TV3. Eloi Vila la invitaba a subir a 'Al Cotxe'!, y la artista nos abría la puerta a conocer los detalles más íntimos de su vida familiar: los esfuerzos de su madre y sus hermanas, el abandono de su padre, sus inicios en el mundo del espectáculo y algunas anécdotas muy jugosas, como por ejemplo que la confundían con un niño, hecho que le provocaba una rabia inmensa.
Una biografía que ya había empezado a relatar en otro programa de la pública catalana, como 'Els meus pares' de Gemma Nierga. Y ha sido precisamente con la exconductora de 'La Ventana' de la Cadena SER, actualmente al frente del 'Cafè de idees' de TVE Catalunya, con la que ha reaparecido aprovechando los 20 años de vida del talent musical de Gestmusic. Allí donde Nina, famosa desde su época de azafata del '1,2,3...', se convirtió en un icono para los millones de fans de 'OT'. Con ella hemos vivido momentazos televisivos imborrables. Tanto como su cabellera negra y rizada, la misma que lució de forma sensacional en el Festival de Eurovisión de 1989. Es imposible olvidarla.
El paso del tiempo provoca cambios de todo tipo: intelectuales, emocionales, físicos y profesionales. Es ley de vida. Nina ha sufrido unos cuantos, también estilísticos. Cada vez que la volvemos a ver tiene el pelo más corto, y parece que ha decidido que este será su 'look' por muchos años. Ahora bien, esta costumbre también deja espacio para la innovación y la sorpresa. Y los espectadores de la desconexión de Cataluya lo saben. La cantante y actriz, musa del gran Xavier Cugat, ha ido al plató del matinal de Nierga con una modificación radical en su peinado. Miren bien las imágenes de "la antigua" Anna Maria Agustí Flores, porque forman parte de un pasado cada vez más lejano.
Apunten el último giro de Nina: con el pelo cortísimo y sin teñirlo, blanquecinos con las canas al natural. Hace tiempo que defiende el envejecimiento natural y sin artificios, y por eso ha dejado de aplicar color a su cabeza. La sorpresa es razonable y fundamentada: pocas personas son tan características desde un punto de vista de imagen exterior que nuestra protagonista. Es cierto que desde hace tiempo había hecho desaparecer aquella larga cabellera, pero este es un paso más en su evolución. Fantástico, por cierto.
☕ @giselaoficial y @nina_academia nos hablan del inesperado éxito que tuvo la arrancada d'@OT_Oficial.
— Café de ideas (@cafedidees_rtve) October 20, 2021
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Nina tiene ahora 55 años, pero como la conocemos desde hace más de 30, es como de la familia para numerosas generaciones de teleespectadores. Y lo seguirá siendo, con el pelo negro, blanco o con el arco iris. Da igual. Es única.