Tinet Rubira y Noemí Galera tenían un secreto bien guardado que hoy se ha hecho público. Cuando Operación triunfo 2020 ya está a punto de caramelo, con una elección final de concursantes ya muy reducida que aspirarán a ser los nuevos Famous, Mikis, Aitanas o Cepedas, la verdadera incógnita era saber quién formaría parte del nuevo jurado de OT. Habrá 16 alumnos nuevos, habrá profesores nuevos (el más destacado, el fichaje de Ivan Labanda como maestro de interpretación) y habrá jurado nuevo. Cambia de arriba abajo: ni Martos, ni Pérez Oribe ni Torroja.

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Cuatro caras nuevas. A pesar de no ser la clave del programa, que, como dice su director, son los chicos y chicas, sí que tiene una importancia primordial, sobre todo en las galas televisadas. Porque no hay duda que parte del éxito de los talents de cantantes lo encontramos en quién los juzga. Desde que Risto ya no está, se echa de menos a alguien que sea igual de crudo, que les diga las cosas a vuelapluma. Los responsables del programa no quieren oír hablar de un nuevo Risto, la cosa acabó como el rosario de la aurora, pero sí que hacía falta una sacudida. Los últimos años, la cosa ha salido rana. La ex de Mecano no acabó de cuajar. Parece que de cara a la nueva edición, han ido sobre seguro. Vuelve Javier Llanos y debutan Javier Portugués y Natalia Jiménez, cantante de La quinta estación. Pero la guinda del pastel ha sido una bomba: vuelve Nina.

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Quien fue la primera directora del exitoso programa, vuelve ahora como jurado. Curiosamente, en aquella primera época Nina era directora y Noemí Galera jurado. Ahora, las dos buenas amigas han intercambiado los papeles. El paso de Nina por la Academia fue inolvidable. Fue implacable, firme, exigente y cortante cuando la situación lo requería. Dejó llorando a más de un concursante que salía de su despacho. Pero también se los quiso, se emocionó con ellos, los comprendió, les hizo de guía, de madre, de amiga, de consejera y de psicóloga.

Nina tiene experiencia, carácter, personalidad y conocimientos de sobra para ejercer su nuevo papel con mano de hierro cuando haga falta y con una mano cálida cuando se lo merezcan. Si ya había expectación por oír las nuevas voces encima del escenario, añadan ahora este nuevo aliciente.