Todos vuelven, y no, esta frase no es una simple expresión. Seguro que en Telecinco lo vivirán de primera mano. La cadena de Mediaset se desataba de sus míticos rostros televisivos, como el elenco de Sálvame y ahora, casi ocho meses más tarde, ya empiezan a echarles de menos. Las cifras de audiencias no son las mismas, y el público lo pide, quieren que vuelva la esencia del clásico formado de entretenimiento. Ahora las tardes están ocupadas por Ana Rosa Quintana y su equipo de colaboradores, pero lejos de tomar el relevo de Kiko Hernández, Belén Esteban, Terelu Campos, se conforman con una media del 9,9% de audiencia, por debajo de Sonsoles Ónega, rival directa de la franja horaria con quien no puede competir. El programa de la veterana se cae a trozos: el director se ha ido hacia la competencia y la vertiente ideológica de la presentadora, todavía lo hunde más. En un intento de remontar en audiencia, el programa ha jugado la última carta, en un fichaje inesperado, que pretende devolver la esencia del entretenimiento.
El programa 'TardeAR' arrancaba su emisión con el gran anuncio de un nuevo colaborador. Lo hacían creando el mismo hype que al programa de Jorge Javier Vázquez. Encima de una carroza gigante y tapada con una máscara y una capa hasta los pies, la anunciaban como un personaje con miles de seguidores y conocida por todo el país. No había que ser demasiado astuto para adivinarlo. Ex de 'Sálvame' e influencer de masas, Anabel Pantoja es el fichaje que se escondía bajo la máscara y lo hacía con una misión especial. Si lo que más triunfa de la sevillana es su naturalidad por la red, el programa de tardes le ha regalado una sección exclusivamente para ella y sus aventuras. "Pues si me voy a Roma y me roban el bolso, pues os lo cuento, y os digo donde no tenéis que ir para que no os roben el bolso" explicaba la Pantoja, que a partir de ahora explicará todas estas anécdotas al programa de tardes. Será la nueva guía turística, una Dora la Exploradora icónica.
Su sección parece ideada por los mismos creadores de Sálvame. Justo después de explicar al público su función como reportera, le presentaban en forma de brújula su primer viaje. Ni más ni menos, la enviaban a uno de los destinos más ideales para la sobrina de Isabel Pantoja: visitar y probar el bufete más grande del mundo en Narbona, Francia. Periódicamente, nos regalará un reportaje sobre su viaje -tal como acostumbra a hacerlo desde su perfil- y esta será la fórmula con la cual confían remontar en audiencias o al menos en repercusión. Su trayectoria televisiva no le dejó demasiados buenos recuerdos, después de concursar por segunda vez en 'Supervivientes' la influencer rompía del todo con Sálvame. Desapareció en un abrir y cerrar de ojos, y no fue hasta un tiempo más tarde que confesaba el verdadero motivo de su despido: como trató el programa, la muerte de su padre. Allí fue cuando ponía -a medias- un punto final irreparable.
Desde la pandemia que Anabel Pantoja ha conseguido un rincón en las redes sociales como influencer. Pasamos de verla enfadarse y pelearse por asuntos familiares a conocer su vida en Canarias con su prometido. Ahora, eso ya es agua pasada, pero los vídeos que nos regaló durante la pandemia mientras hacía ejercicio la hicieron llegar al millón de seguidores. Sin embargo, ella no ha podido deshacerse de su vena televisiva, y, por mucho que se quisiera deshacer, ha seguido apareciendo colaborando en múltiples programas. Anabel Pantoja ya se considera uno más del gremio de influencers, pero nunca nadie se le olvidará la etiqueta de personaje televisivo. Del clan Pantoja, ella es carne de televisión, la defensora de la paz de todos los revuelos familiares, ahora triunfa por sí sola.