El Barça de Xavi Hernández no acaba de funcionar. Cuando menos, se observa en el juego del conjunto entrenado por Xavi un retroceso evidente los últimos partidos. La última media hora del Clásico contra el Real Madrid fue para olvidar, con los dos goles de Bellingham que provocaron la derrota por 1 a 2. Los 90 minutos del partido en el campo de la Real Sociedad fueron desastrosos, posiblemente, el peor partido de la era Xavi, que incomprensiblemente los azulgranas acabaron ganando con un gol milagroso de Araujo en la última jugada. Y este martes, partido en la Champions, en Hamburgo, ante el Shaktar Donetsk. Un partido que ha sido, nuevamente (y empieza a ser una tónica preocupante), una castaña. Y una nueva derrota imperdonable, en un partido lamentable, 1 a 0, cuando un empate hubiera sido suficiente para la clasificación matemática para octavos.
Mientras la vertiente deportiva de Xavi necesita mejorar, y de manera considerable, tal y como se dice en las evaluaciones de los estudiantes, en la vertiente personal la vida no puede ser más feliz para el técnico de Terrassa. Y es que tiene una familia maravillosa, la que ha formado con su mujer Núria Cunillera, con dos hijos a los cuales adoran, Àsia y Dan. La pareja que forman ella y la periodista es envidiable. Se aman con locura desde que sus vidas se cruzaron, y cada día que pasan están más y más enamorados. Llevan su relación de manera discreta, pero de vez en cuando regalan a sus fans algunas publicaciones preciosas en redes o alguna entrevista de cariz personal en algún medio. Como las palabras que ha confesado Cunillera sobre su vida con Xavi a la revista ¡Hola!. Con motivo de la fiesta por el 75.º aniversario de la colección Serpenti de Bulgari, Núria ha regalado algunas perlas, ya que hablamos de joyas.
Núria y Xavi llevan juntos 11 años, diez casados y uno de novios. Y ella no puede haber sido más sincera con unas declaraciones que enamoran:"Estoy feliz, estoy casada con el amor de mi vida y la verdad es que no puedo pedir más. Somos muy parecidos en cuanto a principios. Aunque tenemos gustos distintos, tengo la suerte de que coincidimos en muchas cosas, sobre todo en las importantes, y eso hace que la convivencia sea muy buena, nos reímos mucho y nos gusta pasar el tiempo juntos con los niños". Durante todo este tiempo, no han parado de dedicarse palabras de amor, gestos, complicidades y regalos físicos. En este sentido, Núria se confiesa una gran amante de las joyas, le gusta llevarlas, aunque en su día a día se decanta por piezas sencillas, "que no llamen mucho la atención y que tengan un significado especial para mí. Pero sobre todo que sean discretas, con las que esté cómoda".
Y entre estas joyas que tienen un significado para ella, el regalo más especial que le ha hecho su pareja en todos estos años que comparten su vida. Una pieza con un significado especial que le emociona recordar: "El primer anillo que me regaló Xavi, aunque no sea el más espectacular. Me hizo mucha ilusión, guardo un bonito recuerdo de ese día". El trío de regalos especiales que tiene en casa, sin embargo, tiene otros remitentes. Y es que el propietario del Al Sadd le regaló un anillo cuando nació su hija Àsia en Qatar ("me encantó ese detalle porque fue por el nacimiento de mi hija y además, me trae muy buenos recuerdos de esa época que vivimos allí. Al principio me hubiera gustado quedarme un par de años más porque estábamos muy a gusto"), un lugar que de haber sido por ella, hubiera tardado más tiempo en abandonar, ya que se encontraba muy bien. Pero el Barça llamó a la puerta. El otro regalo especial se lo regalaron sus padres, un colgante por sus 40 años con las iniciales de sus hijos y de Xavi.
Por cierto, hablando de regalos, Núria ha revelado que una cosa que siempre tiene que llevarle Xavi a su hijo Dan cuando vuelve de viaje de jugar algún partido del Barça, son camisetas de diferentes jugadores: "A Asia ya se le nota que no le interesa el fútbol… A Dan sí, de hecho, va a fútbol, como hobby. También le gusta que su padre le traiga camisetas de jugadores, hace colecciones de cromos, pero por ahora es sólo una afición como la de muchos niños de su edad"... Veremos si esta afición se acaba volviendo en una pasión absoluta como la que tiene su padre. Pasión compartida por la que siente por su maravillosa mujer, una Núria Cunillera que ha abierto su corazón más que nunca.