La que fuera presentadora del programa Cazamariposas en Divinity, Nuria Marín, se ha sincerado más que nunca en sus redes sociales y ha confesado el último y curioso retoque estético que se ha hecho en la cara. Y es que desde hace varias semanas, la presentadora catalana de Lérida está siendo más activa que nunca en el mundo viral donde no para de publicar todo tipo de fotos y vídeos. Una actividad que en parte se debe a que a día de hoy no tiene ningún programa para presentar en Telecinco. Aunque fuentes cercanas a ella aseguran a este medio que "está en la rueda" y que es cuestión de esperar a que de nuevo le llegue la oportunidad.
Así pues, mientras Marín espera la llamada de la cadena en la que está contratada, ha optado por poner fin a uno de sus mayores complejos y hacerse un lifting a sus 39 años recién cumplidos. Aunque, a diferencia de lo que muchos se puedan pensar, no se lo ha hecho en la cara sino en las pestañas. Increíble pero cierto. Pero aquí no termina la cosa, sino que también se las ha teñido. Un retoquito facial con el que la catalana asegura estar "muy contenta" porque el resultado "queda muy natural". Además, ha explicado que "no tiene ningún mantenimiento, aunque es un poco rollo ir a hacérselo porque tienes que estar mucho rato con los ojos cerrados". Vaya por Dios.
Y hablando de ojos y retoques, Nuria Marín también ha desvelado que se ha hecho un pequeño cambio en lo que vienen siendo las cejas. "Me las he hecho con hilo y también me las han teñido. Nunca antes me lo había hecho", ha confesado a través de sus historias de Instagram mientras hacía su ritual de domingo por la tarde de ponerse una mascarilla en la cara. Una serie de retoques que han sido posibles gracias a un bono que tenía guardado de hace tiempo. Una prueba que demuestra que Marín, pese a estar por el momento alejada de la televisión, no pierde su lado más coqueto y aprovecha su agenda, ahora que tiene mucho tiempo libre, para ponerse de punto en blanco mientras espera la llamada que tanto desea. ¿Cuándo se producirá?