Nuria Roca lo ha vuelto a hacer: hundir la audiencia. La presentadora valenciana nunca ha querido escribir en valenciano su nombre de pila como Núria, ni cuando la contrató TV3. Roca ha vuelto a hacer de presentadora de un programa, La Roca. Sus últimos intentos en TV3 y en Cuatro duraron un mes.

Su programa en Cuatro sobre singles hacía 0,5% de share, una absoluta ruina. Su programa de TV3, A tota pantalla, fue cancelado por las pésimas audiencias, en torno al 5%, y por un hecho demencial: la periodista se negó a ofrecer noticias de política en pleno mes de septiembre y octubre de 2017, por el referéndum del 1-O. Incomprensible. O ultra.

Nuria Roca sin acento en TV3 y Mediaset

Ahora en su nuevo programa de La Sexta habla de política sin problemas. Nuria Roca no tenía un problema con la política sino con el independentismo. TV3 la echó, como informó en exclusiva EN Blau, por burofax. La Roca lleva tres emisiones los domingos por la tarde en La Sexta y las audiencias han sido como TV3: nefastas: 4,6%, 3,7% i 3,8%.

En Catalunya, Roca sigue sin gustar: 3,7%, 2%% i 2,7%. Las audiencias rechazan a la presentadora y su marido, Juan del Val, colocado también en el programa. La química no es ni mucho menos la de Alfonso Arús y Angie. Esta pareja no funciona en La Sexta.

Nuria Roca y Juan del Val, La Sexta

Un desastre que acerca a Nuria Roca peligrosamente al despido. El programa o se reformula o se cancela, no hay más.

En las redes la Roca tampoco gusta, ni el programa ni ella:

Nuria Roca, La Sexta

Nuria Roca cobró su contrato en TV3 y una vez despedida se despachó contra la cadena: ""Me fui a un lugar que me parecía absolutamente inhóspito". El periodista que la entrevistó para el diario El Mundo afirmaba Te despidieron de muy malos modos

Nuria Roca respondía: "Es que el 1-0 me pilló allí. A partir de ahí, todo fue un despropósito. Me alegré de salir de un lugar donde realmente no quería estar. Yo me voy a hacer entretenimiento y a comunicar. Otra cosa, no". Otra cosa era informar.

En TV3 hizo un programa de malas audiencias, colaboradores neutros y dirección sin rumbo. Pero el problema según ella era TV3 y lo que pasaba en Catalunya. Revelaba que "realmente" no quería estar allí. Como una mercenaria de la TV. Su fichaje fue un despropósito y ahora en La Sexta lo van entendiendo.