Nuria Roca sigue completamente desinhibida en El Hormiguero. La sección que encabeza se ha convertido en una de las más populares, y es que cada semana suelta una bomba nueva. Ya sea porque está desesperada por acaparar titulares o porque quiere evidenciar que tiene confianza plena a Pablo Motos, lo que está claro es que ha decidido mostrarse totalmente transparente. Hasta el momento había hablado de sus operaciones de estética y de una dieta extrema que probó.
Ahora bien, ha sido ahora cuando ha dejado a todo el mundo realmente boquiabierto. ¿Por qué? Al confesar abiertamente que ha acudido con su marido a terapia de pareja. No ha tenido ningún impedimento en dar detalles de lo más jugosos de la visita al psicólogo, y de hecho lo ha explicado con una media sonrisa y ganas de hacer broma.
.@nuriarocagranel ha ido "a probar" una terapia de pareja con su marido #RaphaelEH pic.twitter.com/73bLZcDiNB
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) 12 de noviembre de 2018
Sólo hace unos meses que el matrimonio explicó en el programa de Antena 3 que mantienen una relación abierta. Pues ahora ha sido Roca quien ha hablado de los problemas que atraviesan. ¿Cómo es que se decidieron a dar el paso de someterse a terapia? Según la colaboradora, porque ella tenía curiosidad por como sería: "Fuimos sin saber si estábamos en crisis o no. Simplemente porque una amiga mía fue y me interesó. Tendré que ir ahora que tengo pareja, ¿no?".
Una justificación un poco extraña y no muy creíble, pero en la que ella insistió. Sea como sea, parece que el problema tendría como escenario principal la cama: "Hace 20 años que estamos juntos, y a mí me gustaría hacer y deshacer la cama mucho más. Cuando el terapeuta preguntó cuántas relaciones teníamos, no coincidimos en el número. Yo llegué a una conclusión, son las que son pero él se imagina que tenemos más".
El objetivo de Roca con estas nuevas 'experiencias' en pareja sería llegar a cumplir 45 años de casados: "Como tú y tu mujer, Rafael," le dijo al invitado toda ilusionada. "Mi marido me miraba todo el rato como si yo fuera una loca, pero allí estábamos sentados. Salí medio contenta, aunque se tienen que reforzar algunas cosas. Por ejemplo, no me gustó que mi marido dijera que cambiaría el sitio dónde estamos yendo de vacaciones desde hace seis años. Es una tontería, pero me llegó al alma".
¿Qué gana la valenciana explicando estas intimidades en directo? ¿Qué necesidad tiene? ¿Qué opinará su marido? ¿Lo hace sólo para que hablen de ella?