Ay, si Mari Pau Huguet levantara la cabeza... Como ha cambiado TV3, hemos pasado de la solterona leridana a la polisexual valenciana. Nuria Roca dejó claro en El hormiguero que mantiene desde hace casi 20 años un matrimonio abierto con Juan de Val. Es decir, que cada uno puede encamarse con quien quiera. Una revelación poco ortodoxa que escandalizó a las mentes más convencionales.
Ante tanta incomprensión el matrimonio ha respondido a las críticas. Siendo fieles (con perdón de la expresión) a su forma de amarse, han contestado como reciben a los amantes: por separado.
Roca ha hecho honor a su apellido: sus convicciones son sólidas y acusa de "pensamiento único" a los que la dejan verde. Niega hacer apología de su condición de polisexual y sólo admite hacer proselitismo de la diversión. De hecho, su "divertiros conmigo" parece una invitación. De momento A tota pantalla, su fallido magazine en TV3, sigue en la nevera. Mientras el libro de su marido se vende como rosquillas, él defiende el su chollo en las redes sociales, quizás consciente de que en El hormiguero nunca lo hubieran invitado sin Roca al lado pero en instagram puede ir solito:
Acusa de temerarios a los que ponen el acento en los tres hijos menores de la pareja, Juan, Pau y Olivia. Del Val y Roca forman a una familia muy bien avenida y los inquisidores de la moral tendrían que preocuparse de niños desatendidos y no de niños sin problemas como los de este matrimonio abierto. Una cosa son las relaciones de pareja y otra las relaciones paterno-filials. Nada que ver. Una polémica que le hubiera ido bien al share que dejó Roca a TV3 antes de negarse a hablar de política. Ahora que han anunciado que, si vuelven, eliminarán la tertulia del corazón, quizás la reconvierten en una tertulia sexual que con Roca y las parejas de A tota pantalla daría mucho más juego.