Hace dos días el mundo del deporte recibió una noticia triste. ¿Por qué? Porque una de las mejores deportistas de la historia ha anunciado su retirada, ha colgado las botas. O en su caso, colgaba el bañador. Porque hablamos de una de las mejores nadadoras que ha habido nunca, la catalana Ona Carbonell.
A sus 32 años, Carbonell puede decir orgullosa que es la nadadora con más medallas mundiales de todos los tiempos: 23 en natación artística. Su palmarés también incluye dos medallas olímpicas, plata en dúo y bronce en equipo en Londres '12, 12 medallas europeas y un largo etcétera. Deportista superlativa, en su caso se juntan dos virtudes: ser una profesional de la cabeza a los pies que toda su vida se ha dejado la piel para mejorar y superarse y al mismo tiempo, ser una persona con una bondad que desarma. Sonrisa enorme y permanente de oreja a oreja, buena compañera, buena persona y alguien de quien todo el mundo dice maravillas. Si su vertiente profesional le ha dado muchas alegrías, en el terreno personal, todavía más, habiendo formado una familia maravillosa con Pablo Ibáñez, con quien ha tenido dos tesoros, sus dos hijos Kai y Teo.
Abanderada de la conciliación entre la maternidad y el deporte de élite, hace dos días emocionó a todo el mundo y toda la gente que la quiere, como Gemma Mengual, en una despedida conmovedora: "Hoy dejo de ser una de las 'niñas' de sincro. La retirada del deporte siempre es difícil cuando no traumático. Me siento afortunada y agradecida. Anunciar la retirada me llena de mil emociones, lo hago de forma serena, meditada y agradecida. El motivo por el que me retiro es que llevo 23 años en la sincro, 18 en la élite. Desde los 14 llevo en el CAR de Sant Cugat y en el equipo nacional. La sincro ha sido el espacio donde he socializado, pero también he conocido el dolor físico y mental pero también me ha enseñado humildad, el valor del esfuerzo y el compañerismo, además de respeto y apoyo mutuo".
Carbonell recordaba cómo llevaba desde los 14 años en el CAR de Sant Cugat. Pues unos cuantos años antes, cuando tenía solo 8, hizo su debut delante de las cámaras. A pesar de haber salido decenas de veces en televisión, en programas y entrevistas, a pesar de haber ganado Masterchef Celebrity 3, a pesar de haber hablado delante de cámaras en muchas ocasiones, la primera vez que lo hizo fue en el año 1999 en TV3. Fue en un reportaje de "La escuela en casa" dedicado al programa de lectura de la Escuela Nabí de Vallvidrera, donde ella iba. ¿Qué dijo?: "En la biblioteca de la clase tenemos libros que nos los podemos llevar a casa, y nos apuntamos en la agenda el título del libro, y si tenemos libros en casa que no utilizamos nos los podemos llevar a la escuela y así tendremos la biblioteca más llena". Miren a Ona Carbonell como nunca la habían visto hasta ahora, con solo 8 añitos, y sin imaginar todas las cosas buenas que le vendrían en la vida. La verán a partir del 1'03":
Ona Carbonell, maravillosa. Sigan su ejemplo, de pequeña y de mayor: lean, hagan deporte y sean buenas personas.