A veces las personas famosas o populares quisieran tener un poco de privacidad en cuanto a su familia y lo que en ella acontece, pero al convertirse en figuras públicas es casi imposible pasar desapercibida. En esta ocasión los rumores tocan la vida de Belén Esteban para traer del pasado los problemas de salud que le afectan y que de alguna manera trajo consecuencias en su hija Andrea Janeiro.
Los fans y paparazzis están pendientes de cada paso de sus artistas favoritos o figuras famosas, por lo que no dudaron en reaccionar al ver el radical cambio que Andrea Janeiro hizo tanto a su figura como a su imagen, sacando a la luz la operación secreta que esta se realizó para solucionar un problema heredado.
El nivel de azúcar durante el embarazo tuvo la culpa
Lo cierto es que cuando Belén Esteban estaba embarazada de Andrea tenía problemas con los niveles de azúcar, situación que le ha afectado durante gran parte de su vida. Ello trajo como consecuencia una malformación maxilar en su hija, haciendo que su mandíbula se viese más pequeña de lo normal. Esa malformación debía ser operada al cumplir la etapa de desarrollo, lo que obligó a Andrea a crecer con dicha deformidad en su rostro.
En el año 2011, Andreita, como se le llama cariñosamente, fue víctima de muchas críticas debido a la apariencia de su rostro, razón por la cual, Belén Esteban tuvo que ofrecer explicaciones de ello en público y hacer que terminaran los ataques hacia su hija, la cual pidió a su madre que no quería estar ligada a su vida pública y en lo posible mantenerse en el anonimato.
Sin embargo, parece que todo ha cambiado, ya que hace muy poco se vio nuevamente a Andrea compartiendo con su familia y se notó totalmente cambiada y para bien, lo que trajo como consecuencia que muchos pensaran que se había operado. Además, su cabello ya no era castaño oscuro, tenía ahora un rubio que le queda a la perfección y en las fotos que se observan en las redes se ve espectacular.
Una vida nueva para Andrea Janeiro
De ser criticada por sobrepeso y lo diferente de su rostro, pasó a ser admirada y recibir buenos halagos de parte de quienes siguen de cerca la carrera de su madre.
Ahora el pasado de su malformación maxilofacial poco a poco se desvanecerá y le corresponde seguir con su vida privada o hacerse notar con su nueva y atractiva apariencia, aprendiendo a la vez a vivir como figura pública, ya que, a pesar de estar viviendo cerca de Madrid, cuando regresa junto a su familia, siempre será parte del centro de atracción y será imposible esconderse de las cámaras.
En fin, solo nos queda desearle lo mejor del mundo con nueva apariencia y esperamos que pueda vivir su vida en el anonimato que tanto desea, sin seguir siendo asediada o criticada por como se ve o lo que pueda hacer.