"Habéis sido bastante catastróficos". Estas fueron las palabras de Noemi Galera, directora de la Academia, después de todas las actuaciones de la gala 0 de Operación Triunfo. Pero vamos por partes.
El talent show más popular de la historia de la televisión española volvía cargado de expectativas y muchas dudas. La primera, el papel del presentador, Roberto Leal. El ex conductor de España Directo se enfrentaba a un reto mayúsculo: dirigir una gala durante más de tres horas y media sin publicidad. Con los nervios típicos de una primera vez, y a menudo, con actitudes forzadas, Leal aprobó el reto, aunque tiene margen de mejora. Las malas actuaciones de los aspirantes y los errores técnicos no jugaron a su favor, pero mantuvo un buen tono sin que el programa se le fuera de las manos.
Poco nivel artístico y errores técnicos
Los 18 aspirantes tenían que mostrar sus credenciales en una carta de presentación que decepcionó. Lejos de la espectacularidad de las primeras ediciones (el plató es considerablemente más pequeño), vimos (y escuchamos) actuaciones con una puesta en escena discreta y con muchos errores en la ejecución. El primer gran error fue de la joven Aitana, que entró a destiempo a la canción. Su cara durante la actuación evidenciaba que alguna cosa fallaba.
El suyo no ha sido un caso aislado. Posteriormente hubo concursantes que cantaron a un tono diferente del que requería la canción y en muchos otros casos, simplemente desafinaron. No obstante, después de las actuaciones y durante el chat posterior a la gala, muchos de ellos han reconocido que no se sentían cómodos con el sonido del plató y que no se oían a ellos mismos. El presentador también ha tenido dificultades con alguna entrevista previa a los aspirantes, ya que en ocasiones no se oían bien las respuestas.
Unos errores que no han pasado desapercibidas en las redes
Los reproches
Los comentarios del jurado también eran de lo más esperado de la noche. Manuel Martos, Mónica Naranjo y Joe Pérez-Orive, bautizado como "el nuevo Risto" en las redes sociales, se mostraron serenos, aunque en alguna ocasión "teatralizaron" discusiones entre ellos -donde Naranjo y Pérez-Orive le recriminaban a Martos una de sus decisiones-, y veredictos.
Este, sin embargo, no fue el único reproche de la noche. El dardo "simpático" lo tiró Rosa López, ganadora de la primera edición y artista invitada, a Roberto Leal: "Quítate el palo", le comentaba, dejando en evidencia ante todo el mundo los nervios del presentador. Un comentario que no iba con mala intención, pero que seguramente no ayudó al presentador a calmar los ánimos.
Más crudas fueron las críticas de Noemi Galera, que conectó con el plató después de las actuaciones. Primero, puso en duda algunas decisiones del jurado: "Creo que hemos visto galas diferentes", afirmaba, mostrando su descontento y el de muchos profesores. Después llegó el turno para los concursantes, de quienes dijo que habían sido "catastróficos".
La buena noticia
El retorno de Operación Triunfo fue lo más visto en el estado con un 19% de cuota de pantalla (más de 2,5 millones de espectadores), superando a La que se avecina (Telecinco), que registró a un 17,6. Veremos si esta audiencia ha sido fruto del factor "novedad" o si seguirá fielmente los progresos del programa. La otra buena noticia es que el margen de mejora es amplio y que la semana que viene, tanto los concursantes como el programa, tendrán una nueva reválida.
De los 18 aspirantes quedaron fuera de Joao y Mario. Por lo tanto, los 16 concursantes que convivirán dentro de la Academia serán: Agoney, Aitana, Alfred, Amaia, Ana Guerra, Juan Antonio, Luis Cepeda, Marina, Mireya, Mimi, Miriam, Nerea, Raoul, Ricky, Roy y Thalía.