TVE, a la desesperada. Parece que ya daban por perdida esta edición de Operación Triunfo, porque es la única explicación posible a lo que están haciendo. ¿Que la audiencia no nos acompaña y los concursantes están bajando el nivel? Pues venga a generar polémica. Necesitan acaparar titulares para que los teleespectadores conecten con ellos durante la gala, y este miércoles se encontraban ante la oportunidad perfecta: era la primera semana que tenían ventaja porque Telecinco tenía que competir sin el exitoso The good doctor. ¿Y cómo lo han aprovechado? Echando de malas maneras a una profesora.

Itziar Castro ha sido la cabeza de turco de los problemas que arrastra OT este año. Ella fue uno de los fichajes estrella de esta edición, cuando la presentaron como una gran actriz que les enseñaría técnicas para transmitir y llegar a los teleespectadores durante las clases de interpretación. ¿Cuál ha sido el problema, según la productora? Que no ha dado la talla. Las principales críticas que les llegan tienen que ver, precisamente, con que los chicos no conectan con el público. Y la decisión ha sido echarla "sin avisar ni justificar" según la chica. Los comunicados que publicaron las dos partes eran totalmente contradictorios, con lo que todas las miradas estaban centradas en cómo lo explicarían durante la gala.

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La sorpresa fue, por eso, que no dijeron absolutamente nada al respecto. ¿Y el resultado? Todavía más insultos en Twitter por crear controversia, generar expectación y después ni tratarlo durante la gala lavándose las manos. ¿Qué es esto? Ahora bien, no faltó la típica pulla de Noemí Galera (a quien acusan de estar detrás del despido de Itziar): "Voy a añadir un poco de tensión, que últimamente tenemos poca".

Lo más fuerte de todo es que parece bastante oficial que serán los Javis los sustitutos de Itziar, precisamente lo que buscaba la cadena al echarla. La actriz no era tan televisiva como ellos, que saben que para triunfar delante de las cámaras tienes que hacer espectáculo. Sus shows no gustan a todos los concursantes de este año, por eso, como bien han recordado algunos usuarios de Twitter. Sabela, por ejemplo, les criticó abiertamente después de que les dieran una clase exprés en la que exageraron de lo lindo hasta que consiguieron que todos lloraran.

Polémicas aparte, lo más triste fue que el titular de la gala tiene como protagonista a Roberto Leal, ya que anunciaron que la cadena ha confiado en él para dar las campanadas con Anne Igartiburu.

Porque si tenemos que hablar de las actuaciones durante la gala, la verdad que seguimos igual que la semana pasada. El programa se está quedando atrás: falta ritmo, las canciones no son espectaculares, las puestas en escena tampoco e incluso las preferidas están empeorando. Es el caso de Noelia, que ya desde la primera gala vio cómo todo el mundo decía que acabaría ganando el concurso. Pues bien, también ella ha bajado el nivel. La actuación de este miércoles no fue la mejor de la cantante, que ha pasado de ser la preferida de la audiencia a estar nominada con Marilia.

No le hizo nada de gracia que le criticaran, tal como evidenció durante la valoración del jurado. Las caras de indignación que fue poniendo no le hicieron, precisamente, ningún favor...

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La otra gran preferida, Alba Reche, en cambio, se aprovechó y mostró su potente voz en una interpretación muy buena de La llorona. ¿El resultado? Cruzó la pasarela como la más votada.

La mejor actuación de la noche fue, eso sí, la de Natalia y Miki. Buenas voces, emoción y un espectáculo que se echaba de menos.

Finalmente se respondió una de las incógnitas de la noche. ¿Quién abandonaría a la academia? ¿Damion o Marta? Los votos estuvieron igualados, pero finalmente fue la chica quien se quedó gracias a una interpretación mucho mejor que la del rival, que no acertó en la elección del tema.

La noche estuvo rodeada de un aura de incomodidad evidente, pero ni así acabó de entusiasmar. ¿Habrán conseguido, al menos, hacer más audiencia que la quincuagésima vez que Telecinco emite Pretty Woman?