Ana Rosa Quintana hundida por cómo ha ido esta mañana del jueves su entrevista a Oriol Junqueras. Una vez admitido que el líder del partido que presidirá Cataluña merece ser entrevista, Telecinco le ha dado 25 minutos a la mesa de política que ha hecho callar a Eduardo Inda. Ana Rosa se ha llevado un buen par de bofetadas estilo Junqueras, sutiles pero bien dirigidas. Ana Rosa: "Le vemos siempre al lado de Pere Aragonés", insinuando un president títere. Junqueras: "Ya me gustaría, pero no me lo ponen fácil para estar cerca de él. Volverán a encerrarme en la cárcel. Sé que a mucha gente eso les alegra".
Pero lo mejor ha sido al final, cuando Ana Rosa cierra aceptando la invitación de Junqueras a hacer la próxima entrevista en Barcelona: "La última vez allí fue muy desagradable", deja caer AR. Y reconoce a sus tertulianos que Junqueras, ofreciendo una imagen impecable, ha derrotado el perfil habitual que Ana Rosa hace de los malignos indepes: "Hay que reconocer que es muy hábil". Eduardo Inda bramaba histérico "¡Pero si ha dicho que lo volverán a hacer!". La tesis de la tertulia es que "Junqueras no destila odio como otros políticos independentistas"
Quien destila odio a todo lo que huela de catalanismo es AR. La paradoja es que después de tantas horas de odio hacia los indepes emitidas desde El programa de AR, la que parecía una entrevista incómoda para Junqueras ha resultado ser una entrevista incómoda... para Ana Rosa.