Las entrevistas al eurodiputado electo Oriol Junqueras, encarcelado (y retenido) por el Tribunal Supremo, se han convertido en una constante durante esta semana en la que la disputa por su libertad ha vuelto a coger impulso. Algunas, muy sonadas. Ver a Ana Rosa Quintana entrando en la prisión de Lledoners para charlar cara a cara con uno de los traidores 'indepes' a los que con tantos esfuerzos se ha dedicado a demonizar desde su programa no pasa cada día. A Quintana le cayeron palos hace meses por otra entrevista, pero al día siguiente del encuentro, el clima es de sintonía total. Ana Rosa lo define como "inteligente, culto, ha reflexionado, caballero". Incluso le defiende de los ataques de Girauta, menos agresivo que de costumbre. En el programa se mofan: "Estáis in love". Una cordialidad que parece recíproca. Y muy pocos la entienden.

Ana Rosa Junqueras Telecinco

Ahora ha sido el turno de Jordi Basté, que ha emitido una nueva entrevista con el vicepresidente, condenado a 13 años de prisión. Junqueras ha denunciado la decisión del Tribunal Supremo negándole una vez más su condición de representante en el Parlamento Europeo, mostrando su voluntad de persistir en la lucha: "No tienen ni idea de quién somos, no nos rendiremos nunca". Ahora bien, cuando el presentador de 'El Món a RAC1' le ha preguntado precisamente por la visita en persona de Ana Rosa Quintana, Junqueras ha sorprendido a muchos oyentes al dedicarle unos elogios que la mayoría no se explican: "Una entrevista distendida y cordial. Me ha parecido una persona muy agradable y con ganas de conocer la realidad catalana". Vaya, debe ser que Quintana se transforma en otra persona al sentir las rejas de una prisión. "Quién la ha visto y quién la ve", que dicen en castellano.

Ana Rosa entrevista Junqueras Lledoners Telecinco

Oriol Junqueras ACN

Junqueras es muy dialogante, lo sabemos, además de ser mucho más educado que sus enemigos: "Siempre he defendido que hace falta hablar con todo el mundo y explicarnos en tantos lugares cómo sea posible". Pero que Ana Rosa sea empática e interesada por la realidad catalana suena a ciencia-ficción. El sortilegio de la prisión no tardará en dejar de tener efecto sobre Quintana. Y volveremos a escuchar como lo ridiculizan y menosprecian en su programa, con la ayuda del siempre servicial Eduardo Inda, María Claver o el propio Girauta.