Oriol Mitjà es médico y la TV le ha hecho una celebridad. Es muy buena noticia que alguien que se dedica a curar personas y a hacer el bien adquiera este rango de popularidad. Mitjà debutó en un plató de 8tv en el año 2013 cuando recibió el Premio Princesa de Girona y gracias a eso protagonizó un maravilloso documental emitido en TV3 curando el Pian en Papúa nueva Guinea. Ha vuelto a Catalunya para buscar la vacuna del SIDA y del coronavirus. Sólo merece gratitud, pero algunos medios lo tienen enre ceja y ceja por considerarlo independentista: "el nuevo Trapero".
El diario ABC publica un artículo demencial contra el doctor: "Mitjà ha pasado de paladín mediático, de icono gay por comparecer junto a su novio en programas de la tele, a fracasado y marginado por el poder que le proyectó". El programa Sense ficció de TV3 mostró unas imágenes naturales y próximas de la vida casera del doctor Mitjà donde aparece la persona con quien convive. La conversación es cotidiana: "¿Sergi, comemos? No sé qué quieres. ¿Has calentado lo mío? No, a ver si te espabilas. Suerte tenemos de la madre del Sergi que nos prepara judías, sino comeríamos a base de ensaladas y pizzas. Echamos de menos a mis padres. Preferimos no tener contacto porque son mayores. Están sanos y salvos".
Oriol Mitjà abre su casa por mostrarse como es, cercano. Su compañero que también trabaja en el Hospital Can Ruti afirma: "Le afecta al humor, las horas que trabaja, pero lo lleva bastante bien. Le tengo que recordar que tiene que comer, cena, dormir... Trabaja 16-18 horas cada día. Lleva un mes así. No hay quien aguante eso. Y lo que queda".
Oriol Mitjà ya fue premiado como Català de l'Any por la prensa unionista. Pero ahora que cura vidas no en Papúa Nueva Guinea sino en Catalunya, les molesta. Es médico.