Una de las mejores series que podéis ver estos días en plataformas es, sin ningún tipo de duda, Yo, adicto, en Disney+, la adaptación televisiva de un libro imprescindible del mismo título donde el autor, Javier Giner, explica en primera persona cómo pudo salir de una durísima adicción a las drogas y el alcohol. Este profesional de la industria audiovisual, guionista y escritor, ingresó en una clínica de desintoxicación de manera voluntaria para salir del pozo en el que se encontraba. Necesitaba ayuda, y allí, gracias a trabajadores del centro y compañeros que sufrían lo mismo que él, la encontró.
De aquella experiencia surgió un libro sobrecogedor. Y de aquel libro, ahora se ha hecho una serie de seis capítulos que es una auténtica joya, una maravilla de la primera a la última escena. Una serie (y un libro) que no va solo de drogas, sino también sobre superación, descubrimiento personal, culpa, reconciliación, familia, confiar en los demás, pedir ayuda... Una serie absolutamente IM-PRES-CIN-DI-BLE:
Y lo es, en parte, por la historia. En parte por como está rodada. En parte por las interpretaciones de un elenco en estado de gracia, con trabajos soberbios de intérpretes como Nora Navas, Àlex Brendemühl, Victoria Luengo, Marina Salas, Ramón Barea o Itziar Lazkano. Pero tenemos que hacer un capítulo aparte por lo que hace en pantalla el descomunal Oriol Pla. Un actor superlativo, que se mete en la piel de Giner y pone los pelos de punta. Cuánta emoción. Cuánta veracidad. Cuánto sufrimiento. Cuánta bondad. Cuánto talento. Un Pla que sale casi en todas las escenas de la serie y pasa por todos los procesos que vivió el autor: la adicción, la angustia, el mono, la rabia, la furia, la incomprensión, la emoción, la rehabilitación y un estrato de experiencias vitales y de sentimientos que te hacen estar plantado delante de la pantalla sin apartar la vista.
Lo que hace Oriol Pla es brutal, merecedor de todos los premios posibles. Tanto cuando interpreta a Giner rehabilitado, como en el proceso de estarlo como en el momento álgido de drogodependencia. En la serie hay droga. Se ve a Pla esnifando cocaína. Evidentemente, no es real. Sí que esnifa, pero otra cosa. Hace días, Giner y Pla fueron al sensacional Late xou de Marc Giró, que tenía la curiosidad por saber cómo se lo hacen los actores en estas escenas. Él reconoce que esnifaba lactosa en polvo. Momento que le viene a la cabeza una situación vivida surrealista... con unos miembros de la Guardia Civil. Explica Pla que un día, por otro papel, para ensayar que también tenía que hacer ver que esnifaba cocaína, se llevó una bolsita de lactosa en polvo a casa para practicar cómo hacerse una raya. Y por sorpresa oye: "¡DNI! ¡Abra la riñonera"!... Él levanta la cabeza y ve a la Benemérita. "Y yo, que soy un contestón, digo: '¿Por qué'?"... "Porque soy Guardia Civil". Oriol recordó que llevaba una bolsa "llena, a mansalva, de lactosa. Les dije: 'Si queréis, podéis probar'". Por suerte, creyeron sus explicaciones cuando les explicó de qué se trataba.
Oriol Pla, maravilloso. Y repito, si todavía no han visto Yo, adicto, ya tardan.