En todo el tiempo que llevamos de pandemia por el coronavirus están proliferando en la red imágenes vergonzosas. Multitud de gente arrasando los supermercados, personas yendo a las segundas residencias a riesgo de esparcir el virus por todo el territorio... y Javier Ortega Smith. El esperpéntico vídeo que ha perpetrado confinado en casa, en cuarentena, haciendo pesas, cocinando o tomando el sol, mientras suena música de Loquillo, es de lo más grotesco que se ha visto los últimos días.
Lo peor no son las imágenes, editadas de manera torpe, sino las palabras que las han acompañado. Unas proclamas patrióticas, con la banderita rojigualda bien presente, con una frase lamentable: "recargando fuerzas, mis anticuerpos españoles luchan contra los malditos virus chinos, hasta derrotarlos". Vergüenza ajena con la mención a los anticuerpos españoles. Y racismo intolerable escribiendo malditos virus chinos. Ha recibido por todas partes, con excepción, claro está, de sus palmeros ultras. Pero la respuesta más demoledora le ha llegado de parte de la Embajada de China en España:
Incluso, han tenido el detalle de desearle que se recupere pronto a pesar del comentario abyecto hacia su país. La red, sin embargo, no ha sido tan diplomática: