El Congreso de los Diputados está siendo escenario de fenómenos paranormales. Y no, no volveremos a hablar de Carmen Calvo envuelta en una manta, con máscara y estirada en el escaño del hemiciclo. Se trata del nuevo triunvirato surgido de la crisis del coronavirus, un tabú demoníaco durante años: el acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos. Sánchez, Iglesias y Arrimadas se han dado la mano para ampliar el estado de alarma. Cosas de las pandemias, una especie de tómbola de la política.
El nuevo trío que salva a España, eso sí, es muy goloso para las redes sociales y la opinión pública. El universo tuitero hierve. Literalmente. Y uno de las coñas más demoledoras y humillantes la ha firmado Òscar Andreu, un maestro del sarcasmo. El fotomontaje publicado con monos felices y turistas de safari repartiendo fruta es, sencillamente memorable. La carcajada es difícil de contener.
"La vida es una caja de bombones", decía Forrest Gump en aquella mítica película. La política española, sin embargo, lo que tiene ahora son naranjas a punta pala. ¿La mala noticia? Que todas han salido amargas.