Afganistán vive un verdadero infierno humanitario. Occidente, con los Estados Unidos de América al frente, ha fracasado estrepitosamente después de 20 años de intervención en su lucha contra los talibanes y el terrorismo islámico. Las fuerzas internacionales han abandonado el territorio, el gobierno local ha huido a toda prisa, los fundamentalistas han recuperado el país y miles de personas se juegan la vida para intentar largarse de cualquier manera antes de acabar en las manos de los sublevados. Las imágenes que llegan de Kabul son terroríficas, con escenas dantescas en el aeropuerto de la capital. Un drama en mayúsculas: mucho prefieren encontrar la muerte cayendo de un avión de carga en pleno vuelo o aplastados en una estampida que comprobar si lo que aseguran los talibanes, aquello de que no tomarán represalias contra la población civil, es cierto o una trampa y una condena.
En este sentido, las manifestaciones de representantes del nuevo régimen son realmente sorprendentes y llamativas. Y las más atemorizadas, y con razones, son las mujeres. Niñas, jóvenes y adultas, todas ellas serán las principales damnificadas por el nuevo orden establecido. La 'sharia' o ley islámica es la única norma factible para los talibanes. Y ellas conocen sus consecuencias.
Esta situación se observa desde la distancia con impotencia, rabia y solidaridad. A veces, también, utilizando el humor como mecanismo de defensa para intentar aliviar el drama. Es lo que ha hecho el presentador Òscar Andreu: el de RAC1 y TV3 ha leído las manifestaciones de los talibanes en referencia a la población femenina, en las que aseguran que "el Emirato Islamico está comprometido con los derechos de la mujer dentro de la Sharia, tendrán derecho al trabajo, al estudio [...] no habrá ninguna discriminación dentro del marco de la Sharia". Es lo que recoge la plataforma de noticias internacionales The Political Room, y que desprenden un cinismo funesto y trágico. Andreu lo ha detectado al instante y le ha venido a la cabeza un discurso muy reciente que pulula en nuestra casa: el que emana de la mesa de diálogo sobre el conflicto entre Catalunya y España, salvando las diferencias, claro está. "Parece que los talibanes se estarían marcando un «Se puede hablar de todo... dentro del marco de la Sharia". Una reflexión que se parece mucho a aquello de "se puede hablar de todo menos de amnistía, autodeterminación y referéndum".
Los seguidores de Andreu han opinado y le han soprendido con otro discurso similar: lo que año tras año resuena cuando se habla de la Constitución española, inmutable siempre y cuando no interese a PSOE y PP, claro: "la Consitución que nos dimos entre todos".
La situación en Afganistán no invita al optimismo ni a pensar en milagros. Pero ojalá que asistiéramos a uno de ellos en relación a las civiles inocentes que sufrirán todo tipo de calamidades. Por cierto, que Andreu no ha sido el único que ha ligado las situaciones de este país y de Catalunya: podemos recordar las de Bill Clinton hace ahora 20 años: "el futuro será catalán o talibán".