Ahora sí, ahora no. Ahora vamos todos a la una, ahora partimos peras. Ahora te doy mi apoyo, ahora te lo quito. Ahora nos sentamos juntos para la mesa de diálogo, ahora no quiero saber nada de ti. Ahora tengo X votos, pues yo tengo más. Ahora tenemos que seguir el mandato de los catalanes en las urnas, ahora abocamos a los catalanes a ir nuevamente a las urnas. Ahora digo que gobierno en solitario, ahora no te daré el apoyo... Ahora, ahora, ahora.... Los partidos independentistas, jugando al escondite desde hace meses. Pero la ciudadanía empieza a estar hasta el gorro de juegos.
La falta de acuerdo que se está viviendo los últimos tiempos entre las formaciones independentistas va camino de ser histórica. La tirantez indisimulada entre ERC y Junts lleva al país a un desbarajuste, el enésimo, que hace sulfurar a todo el mundo. Pilar Rahola estallaba como nunca hace un par de días y pedía, exigía, a los partidos soberanistas, que dejaran de hacer el primo: "¡Qué narices estáis haciendo! ¡Dáis pena! ¡Basta de hacer el ridículo! ¡A callar! ¡Haced el jodido favor de buscar un acuerdo!", fue lo más suave que les dedicó.
Y con razón. El esperpento que estamos viviendo los últimos tiempos no tiene nombre. O sí. Òscar Andreu acaba de verbalizar la crítica más sangrante que se recuerda sobre el grotesco espectáculo que están ofreciendo los unos y los otros. Y hace una predicción demoledora sobre lo que pasará dentro de unos años en este país si las cosas continúan por el mismo camino: que vamos al despeñadero. Al despeñadero o a convocar elecciones hasta el fin de los días. Con una certeza: que los votos, tanto como vienen, se van. "Los partidos indepes tienen la mayoría en votos y en escaños y han interpretado a la perfección el mandato derivado del referéndum del 1-O del 2017: repetir elecciones autonómicas españolas hasta que dejen de tener la mayoría en votos y en escaños".
Y añade una frase lapidaria de traca: "Otro punto fuerte a favor de la independencia: la desaparición de los partidos independentistas".
No se podía decir más claro.