La nómina de colaboradores de Alfonso Arús en 'Aruser@s' está llena de catalanes. Es normal, la gran mayoría proceden de la etapa de 8tv. Dos de ellos son hermanos, David y Óscar Broc. Aparte de ser críticos de televisión, cada uno es especialista en diferentes materias. David tiene debilidad por la música, mientras que Óscar es un gourmet que domina la escena culinaria. Su habilidad para descubrir pequeños y grandes templos de la gastronomía hace salivar. También para detectar burradas relacionadas con la comida. Esta semana ha tenido trabajo extra con la polémica en torno al consumo de carne. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, hacía un llamamiento a moderar su ingesta. Una recomendación que defienden organismos como la Organización Mundial de la Salud, así como el movimiento ecologista: la sobreexplotación supone un enorme obstáculo para intentar combatir los efectos del cambio climático.

Garzón ha recibido los ataques furibundos de la derecha más cavernícola, claro: un comunista dictándoles lo que pueden o no zamparse. La sorpresa, desagradable pero reveladora, ha llegado por parte de sus socios de gobierno. Mejor dicho, del SOCIO, con mayúsculas: Pedro Sánchez ganó la medalla de oro al 'cuñao' planetario desautorizándolo con la famosa frase de "dónde esté un buen chuletón al punto... ". Que lo diga Arévalo o José Manuel Soto, tiene un pase. Que lo diga el número 1 del "gobierno más progresista de la historia" es de juzgado de guardia.

Alberto Garzón, ministro de Consumo / Europa Press

Pedro Sánchez, presidente del gobierno / Europa Press

En fin, que este es el gobierno que merece España. Un grupo de acomplejados por la derecha y la ultraderecha. Tampoco nos rasgaremos las vestiduras: Sánchez proviene de una estirpe de carcundia disfrazada de progresía legendaria: Felipe González, Alfonso Guerra, José Bono, Lambán, Page, Rodríguez Ibarra... Distinguir a los socialistas de 'peperos pata negra' es cada día más complicado. Y mira que lo ponen difícil. Atención al tuit del exministro del Interior de Mariano Rajoy, el sevillano Juan Ignacio Zoido, responsable de apalizar a catalanes y catalanas el 1-O, para más señas. Ahora lo tenemos en el Parlamento Europeo, viviendo una jubilación dorada junto a José Manuel García Margallo, exministro de Exteriores. Famoso, sí, por las cabezadas que se pega en el escaño.

Se ve que las comidas en Bélgica son pesadas. Pero todo se entiende mejor al comprobar que entiende el andaluz Zoido por "dieta mediterránea": un escalope bien rebozado con patatas fritas. Es el ejemplo que ha compartido para mostrar su oposición a la recomendación de Garzón, sin preocuparse de protagonizar el enésimo ridículo de los conservadores. Broc ha visto la sandez y lo ha humillado con maestría: "de acuerdo que podrías vivir en una piscina de pinchos morunos, pero diantre, una ensalada o una pieza de fruta, aunque sea una vez cada 5 meses, no te hará daño". Genial.

El exministro Juan Ignacio Zoido y su escalope con patatas fritas, símbolo de la dieta mediterránea / @zoidoJI

Òscar Broc humilla a Juan Ignacio Zoido / @oscarbroc

Cualquier tontería es hacer política. Sólo faltaban los torreznos y los churros, que recomiendan 11 de cada 10 nutricionistas y cardiólogos. Typical spanish, y olé. Que aproveche, sibarita.