Pedro Sánchez no tiene escapatoria. Las críticas por el ridículo protagonizado durante estos meses, ganando las elecciones con solvencia, pero incapaz de formar gobierno y llevando España a nuevos comicios, son un clamor. Diarios, televisiones, radios, redes sociales... Le llueven los palos en todas partes. Incluso en las secciones más inverosímiles e insospechadas, aquellas que durante muchos años han ayudado a sufragar los costes internos de diarios y revistas: Las anacrónicas e impropias del siglo XXI secciones de 'relax', el eufemismo utilizado para no llamar a las cosas por su nombre. Sexo por horas a cambio de dinero, vaya. Pues bien, parece que los empresarios del sector también han quierodo opinar sobre la falta de entendimiento entre partidos políticos. Y sabemos lo que piensan, gracias al siempre ácido y lector de la letra pequeña de la prensa, Òscar Dalmau.
Críticas en @sanchezcastejon incluso en la sección de "relax" pic.twitter.com/vQdfnhj821
— òscar dalmau (@philmusical) 19 de septiembre de 2019
El locutor compartía el sorprendente hallazgo con este texto: "Críticas a @sanchezcastejon incluso en la sección de relax". La fotografía desata la hilaridad, cuando descubrimos el lema de una empresa de 'servicios de compañía' de Barcelona: "Nosotras sí sabemos pactar", añadiendo también sus tarifas. Se non è vero, è ben trovato. Será políticamente incorrecta e incluso censurable la promoción periodística de este tipo de empresas, pero es difícil contener la sonrisa y no pensar en determinadas dichos catalanes que se aplican a menudo en el debate político.
¿Y q hacías tú mirando esta sección? 😱🤣🤣🤣
— PepaBCN (@PepaBCN) 19 de septiembre de 2019
"Relax", "contactos"... Grandes eufemismos de ayer y de hoy.
— Dr. Tonyina (@bajanauer) 19 de septiembre de 2019
¿Quién es la puta y la Ramoneta?
— Alex������������♂️�������� (@Alex46071293) 19 de septiembre de 2019
Por eso a la derecha está Nicole 'española cachonda'
— @PacoGüevo36 (@pacoguevo36) 19 de septiembre de 2019
El humor vuelve a ofrecernos una salvavidas para intentar escapar del enfado y el hartazgo que produce el chapucero espectáculo de la clase política. Y Óscar es, sencillamente, un verdadero maestro de este arte.