Este 24 de octubre, día de la exhumación del dictador Franco, es una jornada en la que muchos nietos recordamos a nuestros abuelos. Y no sólo los descendientes de la momia del Valle, que llevarán el féretro hasta el helicóptero antes del traslado al cementerio de Mingorrubio-El Pardo. Centenares de miles de ciudadanos del estado español miran de reojo las televisiones, los digitales y las redes sociales para no tener ninguna duda de que Franco está fuera del macabro monumento de la sierra madrileña. Y lo hacen pensando en sus abuelos y abuelas, víctimas del horror y la barbarie franquista. Es honor, es justicia, es una obligación moral que llega 44 años tarde, pero que ya está aquí. La emoción está justificada, aunque seguramente muchos desearían otro final para los despojos de un ser abominable. Los abuelos y los nietos, juntos de la mano. Y precisamente, de abuelos y nietos ha ido el tuit del humorista y presentador Òscar Dalmau, genial señalando otra relación de 'parentesco' que esta mañana quedará sepultada a pesar de la rabieta facha.

Helicóptero exhumación EFE

'El abuelo del rey español'. Sensacional. No se puede decir más con menos palabras, y al mismo tiempo, expresar una realidad tan cierta. Cómo nos gustaría mirar por una ventana lo que estarán haciendo durante estas horas Felipe y Juan Carlos de Borbón, al ver el show del traslado de su abuelo y padre político, respectivamente. ¿Cantará Felipe aquello de "Abuelito dime tú" desde su periplo asiático? ¿Llamará a su padre para recordar al yayo? La red no ha pasado por alto la ácida reflexión de Dalmau.

Juan Carlos I entierro Franco EFE

Va por vosotros, abuelos y abuelas. También por aquellos que han vivido de las 'mamandurrias' derivadas de aquello del "atado y bien atado". Ahora lo tendremos "enterrado y bien enterrado". O eso esperamos.