El presentador de RAC1, Òscar Dalmau es una persona con una sensibilidad especial para la decoración. Hace años que se muestra como un apasionado por el diseño de interiores, por espacios increíbles con colores y formas maravillosos, sólo hay que echar un vistazo a su Barcelona retro.
Hacía cinco días que su corazón y su mente de gourmet del buen gusto estaban de duelo. No se podía quitar una imagen de la cabeza. La que se viene repitiendo desde hace muchos días en esta pandemia. El presidente de la Generalitat encerrado en un despacho desde donde hace las vídeo conferencias y comunicados sobre cómo se gestiona la crisis sanitaria y todas las decisiones que toma el gobierno catalán. Una imagen que generaba en Dalmau tres deseos, como si fueran los requisitos para un puesto de trabajo o como si se los pidiera al genio de la lámpara:
Sólo cinco días después, Dalmau está satisfecho. Sus plegarias han sido atendidas por "la magia de Twitter que puede cambiar el mundo". El mundo o en este caso, la sala de videoconferencias del presidente Torra. Y ahora Dalmau sustituye "Se busca, trabajo, objetivos" por tres palabras mucho más orgullosas: "Ahora sí, magia, interiorismo":
Visto que han hecho efecto las peticiones de Dalmau, le emplazamos a que haga lo mismo con el abigarrado y recargado despacho del rey Felipe, con troncos para el fuego en pleno 8 de mayo. Harían bien los Borbones en hacerle caso a alguien que sabe.