Es una de las apuestas que mejor resultado le están ofreciendo en la radio pública de Catalunya: la renovación de la franja de tardes colocando al tándem Elisenda Carod - Òscar Fernández al frente de 'La Tarde de Catalunya Ràdio'. Un programa con aire renovado, colaboradores de primera y resultados de audiencia para estar satisfechos: debutaron en los examenes del EGM el pasado día 9 de diciembre con 122.000 oyentes, casi el doble de lo que tenía su predecesor, Roger de Gràcia. La cosa funciona. Y siempre nos sorprende.

Ahora bien, que nadie crea que esta pareja vaya a perder la cabeza por la buena marcha del espacio. No se han convertido en divos, en estrellitas que levitan a dos palmos del suelo. Ni mucho menos. ¿Un ejemplo? Pues que si suena el teléfono de la redacción, no se hacen los despistados o los demasiado importantes como para descolgarlo y responder. Todo lo contrario, lo cogen, como acaba de compartir Óscar. Y el esfuerzo ha tenido recompensa. Una de aquellas que no se olvidan.

Òscar Fernández / Catalunya Ràdio

Elisenda Carod / Catalunya Ràdio

Fernández se ha quedado de piedra al levantar el aparato y, sin tiempo para preguntar quién llamaba, ha encontrado una voz que lo interpelaba. Y en castellano: "¿Quién eres?". Educada y corporativamente, le respondía: "Catalunya Ràdio, buenos días". En el otro lado algo se rompía en aquel mismo instante: el mundo de una señora se hundía por la voz de Óscar, al que seguramente no conocía, pero quizás recordará a partir de ahora. Podría ser la oyente 122.001 de su programa, vaya. La conversación tiene mucho jugo.

Òscar Fernández / Catalunya Ràdio

"Coño, m'equivocao. ¿No vive ahí Carmen?". La mujer no podía ser más sincera expresando su estupefacción al no encontrar a su amiga. "No señora", le decía Óscar. No ha querido discutir, como se hace en estos casos: aquello de "¿pero este no es el 93 tal tal tal?", normalmente acompañado de dos posibles soluciones; la del 'sí, pero aquí no hay ninguna Carmen' o la del 'no, le sobra tal número'. Ha aceptado la situación con resignación, en plan Trapero: "Bueno, pues lo siento". Fernández, elegante: "Nada, mujer. Feliz Navidad". Cosa que la susodicha ha correspondido con un "igualmente". Y después dirán que los catalanes no responden cuando les hablan en castellano...

Espéra que no aparezca la tal Carmen por Catalunya Ràdio preguntando si tiene algún recado o mensaje telefónico pendiente. Óscar, tendrás que dar la cara.