Lunes más negro a las puertas de Navidad: la pandemia no sólo no disminuye, si no que coge impulso. Nueva cepa en el Reino Unido, indicadores al alza en el estado, fiestas canceladas en varias capitales europeas... La tormenta perfecta, una vez más. Mientras todo eso pasa, la clase política española da lecciones vacías. Lo hace el gobierno en fiestas como la de El Español, pero también la oposición, que no se pierde un buen 'sarao'. En el caso del PP, ya ni siquiera respetan la más mínima precaución en sus actos de partido, repartiendo besos, abrazos y aliento con sus fieles, y paseando sin mascarilla como si eso de la covid fuera una falacia narcocomunistaindepetarra. Un encuentro de la formación en Galicia ha dejado retratados a sus líderes principales: el presidente Pablo Casado, y el que siempre suena para coger las riendas de la "moderación" en Génova, el presidente gallego Alberto Núñez-Feijóo. Ambos sin protección y tan contentos.

Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo sin mascarilla / Twitter

Muy contentos no deben estar, sin embargo, los afiliados, asistentes y profesionales que trabajaban en este acto de A Coruña, que han sido llamados por el Servicio Gallego de Salud a una prueba PCR después de que la consellera de Mar de la Xunta, Rosa Quintana, haya dado positivo en coronavirus. Quintana estuvo en el restaurante donde se celebró el acontecimiento, en el que reclamaban "más inversiones, menos impuestos." Olvidaron exigirse un poco de sentido común, eso sí. Casado y Feijóo fueron inmortalizados por los fotoperiodistas convocados (que también tendrán que pasar la prueba de la covid) sin mascarilla caminando por la calle. Un disparate que hace arder las redes sociales, implacables con el desbarajuste popular.

Pablo Casado en el Congreso de los Diputados / Pool

Parece que ser del PP y gallego (o pisar territorio gallego) te confiere superpoderes que tumban al coronavirus. Ya lo demostró Rajoy, practicando 'power walking' muy tranquilo durante el confinamiento más severo en primavera. Después, vendrán a explicarnos batallitas de todo tipo. Vergüenza.