España tiene un problema y grave. Resulta que tiene "el Gobierno más progresista de la historia" en La Moncloa, pero vive acomplejado por la derecha y la ultraderecha, que amenaza con birlarles la cartera en las próximas elecciones. Sánchez y sus socios pierden el norte demasiado a menudo al sentir el aliento del rival en el cogote, y se tragan sus presuntos principios progresistas para no dar cuartelillo e intentar aferrarse a la poltrona. Lo hemos visto estos días, por ejemplo, con la famosa votación de los representantes del Tribunal Constitucional y la elección del polémico magistrado Enrique Arnaldo, al que han votado "con una pinza en la nariz" a pesar del currículum del personaje. En fin.
La gravedad de la situación es todavía más acusada cuando dices, venga, va, de acuerdo: vamos a ver qué proponen los otros, los del PP de Pablo Casado o Isabel Díaz Ayuso (de VOX ni hablamos, faltaría más). Si tanta gente los idolatra, los alaba, los aplaude por la calle y los tienen en tanta consideración, quizás que son buenos y todavía no nos hemos dado cuenta de su valía. Y ahora que se están partiendo la cara para ver quién manda en Génova, todavía más: es la Ley de Darwin, sobrevive el más fuerte, el mejor. Esta ingenuidad es la que provoca que, por ejemplo, te pongas los auriculares para ver un vídeo publicado por el Huffpost en el que el número 1 de los populares habla a su militancia durante un congreso del partido. Y entonces ocurre el desastre, la catástrofe, el drama total. Sí, dirán: ya los conocíamos. Pero siempre son capaces de superarse.
El fragmento es una obra maestra de la ignorancia más esperpéntica que nunca hemos oído pronunciar al líder de Palencia, el de los Másters y carreras regaladas y el de las sandeces sobre geografía, lengua o cualquier tema que se le pase por la mente. Hay que ecir que, claro, la lucha fratricida con Ayuso es muy exigente. Un duelo entre estos intelectuales son palabras mayores. Pero seguro que nunca, repetimos, nunca en la vida escucharán una intervención que les provoque tanta vergüenza ajena. El tema en cuestión, la energía y sus problemáticas actuales. Una excusa como cualquier otra para atacar al gobierno del PSOE-UP. Y como sólo es una excusa, cualquier cosa sirve para salir en los diarios, en las televisiones y en las redes sociales. Si después hace el ridículo, no pasa nada: llueve sobre mojado. Una porquería más no se notará en toda la montaña. Hablando de energía solar, Casado ha dicho esto: "A la izquierda sólo le gusta la energía solar. Y a mí. Pero es que antes de ayer, a las 8 de la tarde, fue el pico de consumo eléctrico y a esa hora, no sé si estabais por aquí, no había posibilidad de que emitiera energía porque era de noche". Sí, sí, lo ha dicho. Y se ha quedado tan ancho.
Casado: "A la izquierda sólo le gusta la energía solar. Y a mí. Pero es que antes de ayer, a las 8 de la tarde fue el pico de consumo eléctrico y a esa hora, no sé si estabais por aquí, no había posibilidad de que emitiera porque era de noche" pic.twitter.com/VuIs208rhD
— El HuffPost (@ElHuffPost) November 14, 2021
Ya puestos, Casado podría haber añadido que la solar (a la que aplicaron un impuesto, no lo olvidamos) no sirve de nada porque ni funciona de noche... ni cuándo cierras los ojos para parpadear. Esta es la lógica 'pepera'. Ahora bien, destacaremos un detalle que no es menor y que nos hace tener un poco de esperanza en la militancia del partido de la gaviota: nadie lo aplaudió (al menos no queda reflejado en el vídeo), a pesar de su énfasis exagerado. Y sí, eso ya es mucho, porque cuando dijo las burradas sobre el catalán en Mallorca aquello parecía una gala de José Luis Moreno en sus mejores días. Las reacciones de la red no se han hecho esperar, estremecidas con aquel que quiere ser presidente del país.
Que venga el meteorito, ya Señor. No nos merecemos este castigo. La humanidad no es modélica, pero esto es pasarse.