Dicen que en circunstancias excepcionales es cuando se ve de qué pie calza cada uno... Nadie tenía dudas del tipo de político que es Pablo Casado. El líder del PP está más activo que nunca en las redes en plena crisis por el coronavirus y exprime al máximo su despacho de Génova. Pero la foto que ahora ha colgado pasa los límites. Que en momentos como estos, alguien se presente como él lo ha hecho, no es sólo de mal gusto, sino directamente vomitivo.
Casado se muestra a él mismo al lado de su palmero mayor, Teodoro García Egea. Los dos a ambos lados de la imagen y mirando como ondea a media asta la bandera española en la sede del partido de Madrid, con un crespón negro en memoria de las víctimas. "Cada minuto y medio muere un español por coronavirus. Hoy otros 932. En total, más de 11.000. El Gobierno dice que va bien, pero España acumula la cuarta parte de las víctimas mundiales. Se niegan a decretar luto oficial por ellas, pero todos los días las homenajearemos a las 12h". Un oportunismo y un postureo abyectos.
A Casado lo han lapidado por intentar sacar provecho político de una situación como esta:
Señor Casado, hágase un favor: quédese en su despacho encerradito. Pero sin hacer nada. Y por descontado, deje estar el móvil. La poca dignidad que le quede se lo agradecerá.