"Contiene la X: en la república de Venecia y Génova, príncipe o magistrado..."... Antes de que acabara la frase Roberto Leal, Pablo Díaz le corta y responde la última pregunta del rosco de Pasapalabra... Unos segundos de pausa. Silencio. Tensión, nervios.... hasta que el presentador grita: "¡¡¡Síííííííí!!!!". Pablo Díaz ya ha entrado en la historia televisiva de este país. El concursante de Tenerife, después de más de 260 programas, ha respondido correctamente todas las preguntas del rosco y se ha convertido en el tercero en conseguirlo. Díaz se ha llevado el bote de casi dos millones de euros que había ido acumulando a lo largo del programa.
Inmediatamente después, todo el mundo emocionado. Quien más, un Roberto Leal que vivía en primera persona una cosa así desde que él presenta Pasapalabra. El andaluz no pudo evitar ir hacia Díaz, abrazarlo y echarse a llorar. La sintonía entre él y algunos concursantes históricos, como es el caso, es de tal magnitud después de muchos programas, que era como si alguien de su familia hubiera conseguido el hito:
Roberto Leal llora, Pablo Díaz llora y los espectadores... Los espectadores se indignaron de mala manera. Quizás muchos estaban con la lagrimita a punto, especialmente, sabiendo, por las promos, que el momento del clímax final llegaría este jueves.
Pero Antena 3 se encargó de tirar por el suelo el hechizo, destrozar el momento. ¿Cómo? Como hace siempre, con la publicidad, caballo de batalla y razón de ser de la cadena privada. Porque justo antes de ir a por la letra X, el programa se fue a una pausa, breve, pero pausa al fin y al cabo. 20 segundos de publicidad. Como si en una final de Champions con tanda de penaltis, tuviéramos que ver un anuncio antes del último lanzamiento (todo llegará, tiempo al tiempo). La audiencia estalló, y con razón:
No tardaremos en llegar al día donde las 25 preguntas del rosco serán sobre productos y anunciantes de la cadena.