Un vídeo monopoliza muchas de las conversaciones tuiteras del día: Aquel en el que Pablo Iglesias e Irene Montero discuten en público, y que acaba con un gesto controvertido (e inexistente) en el que parece que Iglesias hace callar a Montero tapándole la boca de malas maneras. Es el hit del día de los trolls de Unidas Podemos y de su pareja de líderes, que repiten como loros: "Machismo, machismo, machismo". Bien, pues desgraciadamente para todos aquellos obsesionados con el sobaco de Irene y los dientes de Pablo, tenemos que rechazar la conspiranoia. El VAR lo deja claro: Aparte de una discusión, no hay nada censurable, más allá de un efecto visual poco agradecido, pero engañoso.

@i_montero_

Ahora bien, siguiendo el dicho periodístico de "que la realidad no te estropee un buen titular", importa un rábano que estamos ante una falsa polémica. Montero se lleva la mano a la boca cuando Iglesias, al girarse, pasa su extremidad por encima de la de su pareja. Ni qué decir tiene que este matiz no ha calmado la sed de venganza de los simpatizantes del trifachito, escandalizados interesadamente por la secuencia. "Intoxica, que algo queda". La disputa todavía colea poseída en las redes y alimentada por elementos cavernarios "pata negra"

@reymagopop

¡Uh!, ¡ah!, una pareja con dos criaturas tiene una pequeña discusión. "¡A la hoguera!". Él, por 'machirulo', ella, por bruja. Este es el nivel de la derecha. Lástima, pero no cuela. Más suerte la próxima vez.