Cuando todavía quedan unos días para que acabe noviembre, ya empieza a respirarse el espíritu de la Navidad en muchos lugares. Hace frío, las luces empiezan a brillar en algunas ciudades (que se lo pregunten, si no, al alcalde de Vigo), y las tiendas se preparan ya para el Black Friday donde muchas familias empezarán a hacer las compras navideñas para que no les pille el toro los últimos días de diciembre. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, en los cines ya se puede ver alguna película para toda la familia de aquellas propias de estos días, para que puedan ir juntos a las salas los padres con sus hijos pequeños. Y uno de los estrenos del pasado viernes destinado a ser muy vista es Reyes contra Santa, donde los reyes magos de Oriente se las tienen con Santa Klaus y donde tendrán que luchar contra un enemigo común.
Matías Janick interpreta el papel del rey que todos los niños querían ser de pequeños, Baltasar. El gran Karra Elejalde hace de Melchor. Y el catalán David Verdaguer se ha quedado con el papel del otro rey, al que nunca nadie escogía, Gaspar. Como le ha dicho Pablo Motos a Verdaguer en El Hormiguero este lunes, "El rey Gaspar es el que no quiere nadie. El rey Gaspar es el 'Ciudadanos' de la Navidad'. El que lleva el incienso, que nunca ha servido tampoco para nada". El intérprete lo asume con deportividad, y orgulloso del papel que le ha tocado en este filme: "Soy el otro! El blanco, el negro y el otro! Siempre me dan el papel del personaje triste, pero yo estoy muy contento. Espero que le guste al rey Gaspar. He podido ir con mi hija Lupe de cinco años a ver la peli y se lo ha pasado teta".
A raíz de la sinopsis del filme, el presentador quiere incidir en las costumbres de la Navidad que tenemos los catalanes, y le saca el tema al invitado. Y es que aparte de los reyes y de Santa Klaus, en Catalunya quien nos hace más ilusión que nos traiga los regalos es el Tió. Y Motos alucina. "Tú eres catalán, y hacéis el Tió de Nadal... que no es Toni Nadal, es otra cosa". Este es el nivel. Pero Motos pone la directa y dice una estupidez: "Pero le ponéis el acento en las dos, en la 'ti' y en la 'o'"... No sabemos cómo va de gramática el presentador, pero que alguien le explique que sólo se pone el acento en la 'o'. Verdaguer, encantado de la vida y orgulloso: "Es muy surrealista pero es precioso: te llega un tronco a casa o lo buscas tú. Viene a casa, lo tapas con una mantita y le das de comer al tronco durante un mes". Motos sigue con las bromitas: "¿es vegetariano?". Verdaguer sigue: "Mandarinas, almendras, plátano...". Se abona una de las hormigas: "Es como un tamagotchi apagao". El actor sigue: "Una vez lo has alimentado, el día 24 le pegas con un palo en la espalda, 'Caga Tió'...". "¿Tiene canción?", pregunta Motos. "Sí. Y él defeca regalos. Y es precioso porque cuando está, lo llevas al bosque otra vez o lo quemas". Y Motos, con cara de desprecio, dice un sarcástico "es precioso... ¿Y caga regalos?", pregunta con desdén. Y Verdaguer, brillante: "...calcetines sobretodo".
Entendemos que el Tió despierte curiosidad. Pero Motos podría disimular un poco la cara de asco que le provoca. Mucho mejor fue ver hace un tiempo, en la televisión norteamericana, a la actriz Kate McKinnon explicando nuestra tradición a Seth Meyers: "En Catalunya, tienen una cosa que se llama el Caga Tió, o poop log of Christmas", donde incluso, cantó la canción traducida literalmente al inglés: "Poop log, poop log of Christmas. Please, poop up nougats. Poop up figs. Do not poop up salted herrings, for there too salty" ("Caga tió, caga tió de Navidad. Por favor, caga turrones. Caga higos. No cagues arenques, que son demasiado salados").
No hace falta que Motos haga cagar el Tió. Él se lo pierde. Pero si lo hace, ya se pueden imaginar qué nos gustaría que le cagara el Tió...