“Esta noche viene a divertirse a El Hormiguero”... el 'Polònia' de TV3. Y vaya hartón de reír. Con todo el jaleo sobre Pablo Motos y su particular sentido del humor, fundamentado en chistes insultantes contra minorías diversas, no podía faltar el repaso del programa satírico más visto de Catalunya, (17%, líder una semana más), y el más esperado también desde el resto del Estado. Hay asuntos que provocan un consumo “en vena” vía redes sociales y plataformas audiovisuales. Pues bien, Pablo ya ha tenido su minuto de gloria. Cosa que, conociendo su modus operandi y el de sus secuaces, no le hará nada de gracia. La tropa motera llamando a TV3 y a Toni Soler en 3,2,1... Piticlín, piticlín.
El actor Xavi Espinosa clava la imitación del presentador valenciano. Es un maestro, todo lo que toca te hace troncharte de risa. El gag diseñado por los guionistas reproducía una escena clásica del show de Antena 3, cuando el presentador charla con las hormigas con aquel tono tabernario y cuñao, para dirigirse después al público en una de sus filípicas y moralinas de bazar de “todo a cien”. Todo parte, evidentemente, de la famosa frase de la momia decrépita Alfonso Guerra, “ya no se puede hacer chistes sobre homosexuales ni enanos”, excretada en aquel mismo plató con la connivencia, el aplauso y la croqueta de Pablo Pablito. Este corte tan vergonzoso, si es que no lo recuerdan.
Pues bien, el diálogo del Motos del 'Polònia' es excepcional: Me vais a permitir que me ponga serio, quiero compartir una reflexión. Hoy en día, ya no podemos reírnos de nada. Antes un cómico podía hacer humor con todo. Chistes de homosexuales, de gangosos”. Las hormigas se mean de risa, claro. Pero Motos continúa, serio, reflexivo. Con tono grave de catedrático: “Hoy en día, hacer un chiste políticamente incorrecto es como ir a un restaurante chino vestido de Snoopy. ¡Te comen vivo!” Machismo, xenofobia, de todo. Sublime. El esquema pasa del plató a los pasillos del 'Polònia', con un Pablo ofendido: “¿Os reís de mí?” Le responden que no, claro. “Eso sería caer muy bajo”. El de Atresmedia se enfada: “¿Me estás llamando enano?” La cosa acaba, evidentemente, con una llamada de advertencia de esas mafiosas, pero que en realidad es un 'goodbye Lenin' de manual. Lo tienen que ver, es una genialidad.
Las redes, a los pies de las mentes pensantes y mal pensantes del 'Polònia': “Está bien que apretéis a este impresentable”, “tenéis que contarnos lo que os dicen cuando os llamen”, “quiero más, porfa...” Y tanto que sí. Ha nacido una estrella.