No importa si llueve o hace sol. Pablo Motos siempre encuentra la forma de dar la nota, y no por motivos positivos. Al día siguiente de recibir por séptima vez al actor norteamericano Will Smith, los espectadores vuelven a estar indignados con las formas del presentador. Evidentemente, las quejas no apuntan a la entrevista con la superestrella de Hollywood, gran amigo del show de Antena 3. El problema es que Smith no venía solo, a pesar de los esfuerzos del valenciano por ignorar al segundo invitado. Hablamos de Martin Lawrence, coprotagonista de la tercera entrega de la saga 'Bad Boys', que se estrena el 17 de enero. Lawrence parecía un bonito y llamativo objeto de atrezzo de un Motos de rodillas ante Smith, a quien preguntó incluso por su última... colonoscopia. Vaya, lo que todo el mundo en casa quería saber.
Smith es uno de los actores más famosos del mundo, cierto, pero Lawrence no es ningún pipiolo. Y si lo fuera, tampoco merecería el desprecio del presentador del show, que interactuó con él en ocasiones contadas: abrazándole cuando entraban a plató, bailando enloquecidos durante un fugaz instante y haciéndole un par de preguntas exprés para salvar el expediente. Pero no, no lo salvó. Al menos si atendemos al enfado de los espectadores del programa, que censuran el tratamiento al invitado.
Las filias, las fobias y la educación de Motos vuelven a eclipsar los contenidos de su programa. Ya no importan ni los espectadores ni los invitados.