Norberto Juan Ortiz Osborne es padre de su sexto hijo con 69 años. Al presentador y cantante español le ha costado ni más ni menos que un año al reconocer al bebé de Gabriela Guillén, su amiga especial con quien tuvo una relación formal que acabó con el desenlace más inesperado, un embarazo. La trama estallaba cuando Bertín Osborne renegaba públicamente del bebé, asegurando que él no era el padre de la criatura, y que en caso de que las pruebas científicas demostraran el contrario, no ejercería como padre. Como era de esperar, la madre del bebé, Gabriela Guillén, se sentaba en platós y en tertulias para hablar sobre su maternidad y señalar públicamente que el padre era Bertín Osborne.
Menos mal que en toda esta historia ha habido un juez de paz que se ha encargado de hacer de mediador en esta disputa. José Luis López, 'El Turronero' es un poco el culpable y el salvador de toda esta historia. Él los presentó, hizo de celestina, y la llama del amor entre los dos era tan grande que fue imposible de apagar, hasta que lo quemó todo. Sus dos íntimos amigos se peleaban de forma pública por un bebé. El Turronero ha sido el encargado de ir acercando el vínculo entre los dos. Tranquilizaba a Gabriela Guillén ante los nervios de ser madre primeriza y sola, y, por otra parte, también intentaba abrirles los ojos a Bertín Osborne, de la paternidad que tanto rehusaba. Finalmente lo consiguió. Hace una semana que se emitía el comunicado donde pedía disculpas y admitía su paternidad.
Un pacto que desencadenaba una nueva temporada en toda esta historia. Lo queremos descubrir todo, y la revista Lecturas ha destapado uno de los detalles más relevantes del papel de Bertín en el pacto. Está endeudado hasta arriba, según apunta la revista, tiene una deuda de Hacienda de medio millón de euros y una hipoteca de 4,5 millones. Quien sabe cómo podrá pagarle la mensualidad correspondiente, si hay cifras de dinero que le corren más prisa, urgentemente necesita lavar su imagen. Otro de los asuntos que también genera mucha expectación es el apellido de la criatura. Con respecto al nombre, es un secreto absoluto, Gaby ha prohibido a absolutamente todo el mundo destapar su nombre, pero hay otro aspecto jugoso que la prensa le ha querido preguntar: el apellido.
Gabriela Guillén ya está familiarizada con los periodistas que la esperan en su casa, sabía perfectamente que le preguntarían sobre el tema. Ahora que Bertín ha reconocido su paternidad, también tiene el derecho a que el bebé lleve su apellido de forma pública."Supongo que sí. No es que yo quiera. No se va a hacer lo que yo quiera, esto tiene un proceso que lo decretará el juez” Hasta ahora, Gaby era el único que se hacía cargo de su hijo, la única ama de sus decisiones, pero ha entrado en juego la otra cara de la moneda, y después de un año renegando de la criatura ahora está dispuesto a reconocer lo que es suyo.