El testimonio más brutal, conmovedor y contundente de este viernes 18 de octubre de huelga general en Catalunya se ha producido esta mañana en El món a RAC1. Jordi Basté ha entrevistado a uno de los protagonistas involuntarios de las últimas horas, un padre que salió a la calle con su hija pequeña en brazos, indignado por lo que estaba pasando durante los disturbios y calles quemando en Barcelona, con una barricada justo delante de su casa, la noche del miércoles al jueves. Una imagen que se hizo viral desde que la colgó en las redes la periodista de la Cadena SER Anna Punsí, y desde que Albert Rivera se las apropió para expresar la "rabia tan grande siento al ver estas imágenes... Un padre evacuando a su bebé ante el tsunami de violencia y fuego de los radicales separatistas en Barcelona. O el Gobierno actúa ya o lamentaremos muchas desgracias".
No hay derecho. Qué rabia tan grande siento al ver estas imágenes... Un padre evacuando a su bebé ante el tsunami de violencia y fuego de los radicales separatistas en Barcelona. O el Gobierno actúa ya o lamentaremos muchas desgracias. #BarcelonaEnLlamaspic.twitter.com/vPxzx7HDVU
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) October 16, 2019
El protagonista, sin pretenderlo, es Josep Suriñach, que ha hecho una crítica brutal al partido naranja y especialmente al periodismo. Un zasca merecido y en toda regla a una multitud de periodistas por muchos motivos. "En la mayoría de lugares la información publicada es falsa. Yo no me estaba enfrontando a los manifestantes”, ha asegurado el testimonio. Y es que muchos medios así lo han asegurado, según conviniera a sus crónicas. Pero nada más lejos de la realidad. Suriñach ha explicado que no se las tuvo con los CDR, sino con los periodistas...
Estaba trabajando cuando su pareja lo llamó. Estaban apilando contenedores y uno de los contenedores lo pusieron entre las motos aparcadas y el edificio. La pareja y su hija viven en el principal, en el Eixample: "Cuando llegué había seis coches encendidos. Entré en casa, vi que se nos estaban resquebrajando los cristales de la entrada, vi que el humo era muy negro y pensé que nos mataría. Pensé que lo más seguro sería salir del edificio". ¿Y quien los esperaba al salir? Una barricada de periodistas. "Uno de los periodistas me apartó para hacer una foto. Allí perdí los nervios. Me pareció muy poco humano. ¿Dónde queda la ética periodística y la humanidad de las personas? 30 tíos con cascos, mejor preparados que yo, y nadie hace nada y me apartan para tirar una foto. Hay situaciones donde los medios tendrían que ayudar... como personas". El hombre lamenta que no lo ayudaran ni a él ni a su hija. Y lo hace sin medias tintas, claro y catalán: "A los periodistas les dije que me parecían unas hienas, unos buitres, unas personas infames, unos hijos de puta. Sabían que se quemarían los contenedores".
Suriñach se queja amargamente y con razón: "Me sabe mal como se ha utilizado el vídeo, somos carne fresca por quien la quiera y se vende barata. Pedí a la periodista, a la SER y a Rivera que retiraran la imagen, pero nadie me ha hecho caso, soy un trozo de carne. Si tanto le importaba a Albert Rivera, me podría haber llamado". También critica que "la periodista que hizo el vídeo lo cortó deliberadamente, con muy mala fortuna, se equivocó muy fuerte". Con nombres y apellidos, pero donde podríamos poner a la inmensa mayoría de medios en el saco: "Los primeros que sacaron rédito de eso fueron los digitales como OK Diario, La Razón, Libertad digital, ABC... Vi que yo sólo importaba como herramienta política. Nos tendría que hacer pensar mucho en el papel que jugáis los medios de comunicación". Una pesadilla durante la noche que continuó el día siguiente, a plena luz del día: "Para sorpresa mía, todo el día siguiente lo dedicamos a esquivar periodistas. Cada vez que salía del edificio me perseguían. '¡Tú eres el padre, tú eres el padre'! Por eso hemos decidido marcharnos unos días de Barcelona. Nos está suponiendo más presión eso que el incendio". Decidió marcharse fuera con su familia y no decir nada, hasta que vio a Lorena Roldán en el Parlamento utilizando su foto: "me pareció indignante, horrible". Por eso decidió llamar a la radio. Un repaso a los periodistas en toda regla.