Malbert, es decir, Malú y Albert Rivera, son oficialmente pareja. Han dejado atrás los rumores de ruptura y sorprendieron a todo el mundo saliendo juntos del hospital donde el político estaba siendo tratado por una gastroenteritis provocada por salmonelosis. Las tripas de Rivera parece que funcionan correctamente, y también lo que afecta a su "corazoncito" naranja. Todo en orden, ¿verdad? Bien, no del todo. Hay alguien que no se fía de Alberto "Chaquetitas" Rivera, el político más volátil del panorama estatal. ¿Quién tiene la mosca detrás de la oreja? El padre de la artista, Pepe de Lucía.
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El hermano cantaor del mítico guitarrista Paco de Lucía, y padre de la criatura María Lucía, sabe que "la política es conflictiva y delicada, tiene caducidad, pero la música no. Me preocupa que mi hija salga adelante y que el público no le falle". Y con Rivera, vaya usted a a saber. No sólo eso, Pepe desconfía de que el público no penalice la carrera de su "ratilla" por su romance con alguien tan inconsistente. En declaraciones a Sálvame, el músico tiraba de ironía a la hora de manifestarse sobre la historia de amor de los dos tortolitos. Le cae muy bien, sí, pero que no se equivoque. En Casa Lucía son muy tradicionales. Incluso antiguos: "Tiene que venir a pedirme la mano de mi hija, sino le voy a dar un guantazo. Le preguntaría, ¿qué le ofreces a mi hija"?.
Puedes oír las declaraciones de Pepe de Lucía haciendo click en la imagen (2h:24'30):
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Sí, entre bromas (de aroma medieval) y eso de "es un tío entrañable", el padre de Malú advierte al pretendiente de dos cosas: La primera, de que haga feliz a su hija y que no le haga una jugarreta emocional. Y la segunda, todavía más seria y que afectaría al bolsillo del clan: Que no ponga en peligro el éxito profesional de la "niña" por su deriva política. Si juega bien sus cartas, Albert consiguirá un combo: Encontrar el amor (definitivamente) y ahorrarse las tortas de su suegro. Rivera, estás avisado.