Ya sabemos que si hay dos personas en la monarquía española que se parecen como un huevo a una castaña, que no tienen nada que ver, de hecho, que no se soportan, son la reina Letizia y su querido suegro Juan Carlos, a quien detesta. El sentimiento es compartido, el padre de su marido tampoco puede ni verla a ella. Pero quien ha salido ganando, desde hace un tiempo, es la asturiana, que ha conseguido que Felipe envíe bien lejos de Zarzuela al emérito, patada hacia Abu Dhabi, que no moleste y no lo tenga que ver mucho, por no decir nada. Juan Carlos sigue sin entender por qué se le menosprecia de esta manera, dice él, y sigue defendiendo que él es un santo varón que no ha roto un plato. Por eso, a la mínima que puede, coge un vuelo y vuelve a España, a su Galicia querida, hacia Sanxenxo falta gente, donde se reúne con sus amigos pelotas que le bailan el agua y le regalan los oídos, donde va a navegar y donde se pone hasta arriba de marisco y vinito.

Joan carles I, rey emerit, en su segunda vista en Sanxenxo (5). Foto: Efe
Juan Carlos en Sanxenxo Efe

Juan Carlos va a Galicia tanto como puede, se debe conocer los mejores restaurantes y es como su segunda casa. Pero hay un rincón especial que no ha visitado, ni tampoco habrá probado un producto que hacen allí. Un establecimiento que es muy especial para la reina Letizia y sobre el cual ha puesto en la pista 'La opinión' de A Coruña. Incidiendo en esta especie de pacto con el diablo que ha hecho Letizia, que parece que por ella no pasen los años, "eterna juventud" dicen, destacan de la monarca su aspecto pluscuamperfecto permanentemente, especialmente su "piel tersa y cuerpo tonificado" y responden a qué hace que esté así.

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Letizia / Foto: Montse Giralt

Y aparte del yoga, han descubierto otro truco que la ayuda a mantenerse con su aspecto. Ya sabemos que ella es una amante de cuidarse, de cuidar el más mínimo detalle con respecto a la alimentación, seguidora de la dieta Perricone y de las acelgas, pero ahora tenemos encima de la mesa un nuevo producto que nunca falta en la mesa de la reina. Y es una cosa tan sencilla, tan básica y al mismo tiempo tan necesaria como pan. Un pan especial. Dice el mencionado medio que "la reina ha caído rendida a un pan gallego". Y no uno de cualquiera, sino uno que se prepara en una panadería familiar. ¿De dónde? De Rodeiro (Pontevedra), cerca de Marín, donde está la escuela naval donde irá su hija Leonor dentro de unas semanas para seguir su formación militar.

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El pan gallego que no falta en Zarzuela

Un horno que lleva años proveyendo semanalmente a la Casa Real de piezas artesanas y empanadas, un pan elaborado en horno de leña con harina de trigo, agua, sal y masa madre, rico en fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes que por lo que se ve, vuelve loca a la reina y compañía. La panadería en cuestión se fundó el año 1970, y fue bautizada popularmente como 'A de Chacallas', el nombre de la casa familiar.