"El colmo de la desfachatez". Así es como el PSOE de Torrox, una pequeña localidad de la Costa del Sol en la provincia de Málaga, ha definido el papelón de la concejala de Hacienda del ayuntamiento, la dirigente del PP municipal Paola Moreno, que este lunes ha conectado telemáticamente con el pleno desde un chiringuito en la playa, luciendo un bikini y estirada sobre una tumbona mientras se ponía bien morena.
Málaga está en la fase 2 de la desescalada y los ciudadanos ya pueden bañarse en la playa. Después de cerca de tres meses confinada en casa, la concejala no pierde ni un minuto para broncearse. Y la oposición socialista responde indignada. En las redes sociales denuncian una situación que es el no va más de la desvergüenza. "Da muestra del poco respeto que tiene al pueblo que representa", la señalan antes de poner de relieve que Moreno ha cobrado en torno a 100€ por esta vídeollamada. ¿Merecidos? Quizás no demasiado. Un escándalo que parece que es el último de una serie de polémicas protagonizadas por la misma política del PP: el PSOE asegura también que utiliza el vehículo municipal para ir al supermercado a hacer la compra.
Entre la avalancha de críticas, Paola Moreno intenta defenderse. En una entrevista en el diario andaluz Sur, la concejala se explica: "Soy madre y esposa. Teníamos una comida familiar en un chiringuito en la playa, se lo prometí a mis tres hijos. Cuando ha llegado la hora del pleno, a las 17h, he tenido que decidir si participaba, y lo hecho desde la playa, estando perfectamente atenta todo el tiempo a los puntos que se debatían (...) No lo debería haber hecho, pero entiendo que ha sido una actitud inocente y espontánea, nada premeditado. Antes de no participar he preferido hacerlo desde donde estaba, no creo que haya nada de malo", se ha justificado. Sólo ella sabe si al acabar ha cogido el flotador y se ha dado un chapuzón en el mar para refrescarse.